FELICES SUEÑOS

British Airways lanza el más revolucionario concepto de comodidad en las alturas: una silla que se transforma en cama.

30 de octubre de 1995

EN LA EPOCA DE la internacionalización de la economía y la globalización de los mercados los viajes interoceánicos por avión se han vuelto casi una cuestión de rutina para los altos ejecutivos. Por tal motivo, las aerolíneas han inyectado en los últimos años gran parte de su inversión en la comodidad del pasajero en trayectos tan extenuantes. Sin embargo, a pesar de la incorporación de sillas extendibles, adaptables a las necesidades del pasajero, a los equipos individuales de video de entretenimiento y al excelente servicio de comidas y bebidas durante el viaje, la conclusión de los pasajeros seguía siendo la misma: lo que más deseaban era poder dormir. Y dormir en una silla, por más cómoda que ésta fuera, era realmente difícil.
Por eso el lanzamiento de la British Airways de su nueva primera clase, ocurrido en Londres hace pocas semanas, dejó atónitos a los asistentes. No sólo la aerolínea británica presentó un revolucionario concepto espacial que le permite al pasajero disfrutar de su propia cabina individual, sino que además la silla de esa cabina, sin muchas innovaciones a primera vista, está acondicionada para transformase en una cama totalmente horizontal con sólo accionar un botón. Cada cabina personal cuenta con un compartimento en madera de peral, entre el cual va instalada una mesa-escritorio y el equipo de video de entretención. La cama es susceptible de convertirse de nuevo en un confortable sillón, el cual deja libre una silla compañera al frente que permite invitar a otro pasajero a un encuentro de negocios o a una cena a la carta, según lo prefiera.
Este servicio, exclusivo de la British Airways, se pondrá en funcionamiento a partir de diciembre próximo en los aviones 747. Y durante 1996 el sistema será adaptado en todos los aviones de la flota, incluyendo los nuevos Boeing 777, que entrarán en operación dentro de 15 meses.
Inicialmente el sistema , de nominado 'mecedoras del aire', estará en servicio en los vuelos del Atlántico Norte y el Lejano Oriente.
La silla-cama y la cabina individual hacen parte de una inversión por 160 millones de dólares, en la cual también está contemplada la renovación del servicio en la clase ejecutiva y un programa destinado a premiar a los usuarios más frecuentes.
La innovación de la British ha alcanzado o el sueño de todo viajero: poder acostarse cómodamente a 36.000 pies de altura... y dormir.