Pitahaya y otras frutas
Las frutas aportan distintos nutrientes al organismo. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

La fruta cargada de vitaminas que previene la hipertensión y la migraña si se toma en jugo

Este superalimento se caracteriza por su alto contenido de minerales como hierro, fósforo, calcio y potasio.

29 de mayo de 2023

La presión arterial es fundamental para que el organismo, especialmente el sistema cardiovascular, funcione correctamente, pues está relacionada con la fuerza que realiza el corazón para bombear sangre por todo el cuerpo. Cuando esta presión se ejerce con intensidad, puede generar inconvenientes de salud que pueden generar la muerte, por lo que es importante controlar sus niveles.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), al mediar la tensión arterial se dan dos valores: el primero es la presión sistólica, la cual corresponde al momento en que el corazón se contrae o late; y el segundo es la tensión diastólica, que representa la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro. De este modo, si el valor del número superior de la presión arterial es entre 120 y 130 mm Hg y el valor del número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.

Sin embargo, cuando la presión arterial arroja una cifra mayor de 130/80 mm Hg la mayoría de las veces, se desencadena la hipertensión arterial, una afección causada por la cantidad de agua y de sal que se tiene en el cuerpo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos, y algunos problemas hormonales.

Presión arterial
La hipertensión puede causar serios inconvenientes de salud, especialmente afectar el corazón. | Foto: Getty Images

Esta fruta se puede comer entera, en jugo, en helado, en mermelada, en salsas, en dulces, entre otros. Además, tiene una alta demanda en los mercados nacionales e internacionales dadas sus características y propiedades nutricionales. Por ejemplo, su alto contenido de minerales como hierro, fósforo, calcio y potasio, es buena fuente de vitaminas A, B y C, y propiedades diuréticas regulan la presión arterial y también mejora la migraña.

Por otra parte, “el alto contenido de hierro del lulo le confiere propiedades diuréticas y tonificantes para el organismo. Por ser una fuente importante de fósforo y vitamina A, colabora en la formación de cabello, uñas, y huesos fuertes. El ácido que contiene puede disminuir en forma discreta los niveles altos de colesterol malo. Tomar jugo de lulo es una excelente opción si quiere eliminar las toxinas presentes en su organismo. Además, esta fruta facilita la eliminación del ácido úrico y es rica en Vitamina C”, según el portal Natural Medicina.

Lulo
Lulo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

¿Cómo prepara jugo de lulo?

Ingredientes:

  • 1/2 taza de pulpa de lulo
  • 4 tazas de agua fría
  • 4 cucharadas de azúcar

Preparación: inicialmente, se debe colocar en la licuadora la pulpa de lulo y el agua. Enseguida, procesar los productos durante 5 minutos y adicionar el azúcar si se desea.

Otros beneficios del lulo

El lulo disminuye los niveles de colesterol, que según The Texas Heart Institute, es un lípido que se encuentra en todas las células del organismo, que contribuye en la formación de algunas membranas y en la producción de hormonas. Existen dos tipos: el LDL (malo) y el HDL (bueno).

El colesterol alto se relaciona con la ingesta de alimentos ricos en grasa.
El colesterol alto se relaciona con la ingesta de alimentos ricos en grasa. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Finalmente, también se destaca su acción sobre la sangre, limpiándola de las toxinas que la contaminan. Se debe precisar que una de las principales funciones de la sangre es llevar oxígeno y nutrientes a los tejidos del organismo, eliminando, a su vez, desechos, explica el Instituto Nacional del Cáncer (NCI).

Por tanto, de acuerdo con Mejor con Salud, mantener una dieta saludable es indispensable para limpiar la sangre, ya que hay quienes consideran que esta se ensucia con toxinas, que se acumulan en el torrente sanguíneo por la falta de actividad física, estrés, sedentarismo, y por el consumo de alimentos con grasas saturadas.

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