| Foto: Unimedios/Universidad Nacional

MEDIOAMBIENTE

Los efectos que tiene el tiempo en los páramos

Un grupo de estudiantes y profesores de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de la sede Medellín demostraron los grandes cambios que el páramo de Frontino ha tenido por las variaciones en el clima.

1 de diciembre de 2017

El páramo está ubicado en el departamento de Antioquia cerca al istmo de Panamá, es un puente entre Centroamérica y Suramérica. Está bien conservado, tiene una gran biodiversidad y el alto número de humedales lo hacen especial.

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Allí investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Medellín descubrieron que Frontino es un espacio valioso para los estudios paleoecológicos (especialidad que reconstruye el clima, el ambiente sedimentario y la vegetación de épocas pasadas). Tras una exploración de la vegetación, del clima, la geología, los ambientes sedimentarios y palinología actual (estudios de polen y esporas de la vegetación presente y su comportamiento), el profesor César Velásquez y su equipo de trabajo encontraron que en el sector Llano Grande había un gran depósito de sedimentos de 17 mil años de historia. Con esa información se podría establecer las transformaciones que el páramo ha tenido a través del tiempo.

En una primera fase de trabajo, el grupo de grupo de Investigación en Palinología y Paleoecología exploró el páramo a través de fotos aéreas e hicieron sondeos para determinar cuáles eran los lugares más aptos para estudiar, de esta manera eligieron el humedal con mayor potencial para perforar y extraer sedimentos para analizar.

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Los investigadores estudiaron dos períodos climáticos: El tardiglacial, que va entre el 17.000 al 11.750 años antes del presente, caracterizado por ser muy frío, pero con algunos pulsos cálidos, en los que se sabe, los humanos migraron a muchas partes del mundo y repoblaron amplias zonas del hemisferio norte. El segundo periodo es el holoceno que comprende los últimos 11.750 años. En esta edad el clima ha sido más cálido, parte de los casquetes de hielo polares y de montaña se derritieron y el nivel del mar creció hasta el nivel actual.

“Tenemos una visión muy clara y detallada de estos 17.000 años porque el análisis que hemos hecho ha sido de alta resolución, a escala de décadas; usamos sondas de perforación que no compactan los sedimentos y por lo tanto no hay distorsión en las interpretaciones. Se hicieron muchas dataciones de los sedimentos en Estados Unidos y Europa, se hizo un análisis detallado de la geoquímica, estratigrafía, composición de materia orgánica y minerales y se estudiaron también las diatomeas. Intervinieron varios laboratorios en nuestra sede como los de Paleoecología, Génesis de Suelos y el herbario MEDEL”, afirmó el profesor Velásquez.

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El trabajo realizado por el grupo de investigación muestra que la última vez que el páramo tuvo una temperatura similar a la del actual calentamiento, fue en el periodo llamado Calentamiento Medieval que se dio entre los siglos X y XIV y se caracterizó por ser extremadamente caluroso y llevó al colapso a varias culturas. Otros periodos muy secos o muy húmedos también fueron detectados.

También concluyeron que la flora, la composición y abundancia de especies que existieron hacen 17.500 años atrás, no es la misma que existe en la actualidad. De igual manera, el límite entre el páramo y el bosque también ha cambiado a través del tiempo, de acuerdo a la temperatura y la humedad.

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“Conocer el límite histórico del bosque y el efecto del clima sobre los humedales, es crucial para establecer políticas relacionadas con el uso de los páramos en minería, agricultura o ganadería”, concluyó el profesor Velásquez.