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En los hábitos saludables estaría la clave para prevenir enfermedades cardiometabólicas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

SALUD

Obesidad, sobrepeso y diabetes: ¿la medicina cardiometábolica daría la solución?

Esta especialidad busca intervenir de forma temprana enfermedades tales como la hipertensión, la obesidad, la diabetes tipo II, el hígado graso o pacientes con colesterol y triglicéridos elevados.

3 de diciembre de 2021

Una de las principales causas de muerte a nivel mundial deriva de enfermedades cardiometabólicas, las cuales están relacionadas con problemas de obesidad, sobrepeso y diabetes. Si bien a la fecha ya hay distintas especialidades médicas que le dan atención a cada una de ellas, la medicina cardiometabólica comienza a ser una tendencia futurista que podría cambiar su panorama. Lo anterior gracias a que aborda estas tres afecciones en su totalidad y determina con tiempo los hábitos saludables que debería seguir el paciente para cuidar de su salud sin importar la edad, raza o género que tenga.

Estas enfermedades pueden desencadenar otro tipo de complicaciones, tales como ceguera, neuropatía, cardiopatía, eventos vasculares cerebrales, infartos, entre otras cosas. De hecho, para 2015, el último año del que se han publicado datos en la materia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que murieron 17,7 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, lo que representó un 31% de todas las muertes registradas en el mundo.

Para el diabetólogo Luis Velásquez, quien es experto en salud cardiometabólica, esta podría ser la medicina del futuro, ya que se encarga del estudio predictivo de los problemas cardiovasculares y metabólicos. “Se enfoca en estudiar los componentes genéticos, los distintos factores de riesgo cardiovasculares, generando una aproximación muy temprana en la aparición de cualquier enfermedad y permitiendo modificar el curso y la historia natural de las mismas”, explica el especialista sobre esta rama de la medicina.

Añade que esta especialidad busca intervenir de forma temprana enfermedades tales como la hipertensión, la obesidad, la diabetes tipo II, el hígado graso o pacientes con colesterol y triglicéridos elevados, aunque también se convirtió en una medicina de prevención, que sirve para que cualquier persona esté sana a pesar de sus antecedentes familiares o quiera simplemente envejecer gozando de buena salud.

Un estudio realizado por el Journal of the American Heart Association demostró la importancia de esta especialidad médica. En este, los investigadores seleccionaron a 2.379 participantes que tenían un promedio de edad de 47 años y buscaba determinar hasta qué punto el combinar ejercicio regular con una dieta saludable podría ser la clave para disponer de una buena salud cardiometabólica a futuro.

Para ello, les solicitaron a los pacientes tener en cuenta indicaciones como mantener una dieta rica en nutrientes, haciendo énfasis en las verduras, las frutas, los cereales integrales, los frutos secos y las semillas, además de consumir una cantidad limitada de carne magra, aves y huevos. También, debían practicar un mínimo de ejercicio de 150 minutos de intensidad moderada o 75 minutos de alta intensidad durante la semana.

Al final, tan solo 28% de los adultos de mediana edad siguieron todas las recomendaciones y un 47% tomó la decisión de llevar adelante una de las dos indicaciones. La investigación concluyó que para los primeros el seguir estas pautas disminuyó en un 65% el desarrollar síndromes metabólicos, mientras quienes únicamente siguieron las indicaciones del ejercicio su porcentaje disminuía en un 51%, y para los que tomaron las pautas dietéticas era de un 33%.

En razón a lo anterior, Velásquez destaca que lo que más afecta a la salud cardiovascular es la sumatoria de diferentes factores de riesgo tales como:

“Todos estos factores de riesgo conllevan a un denominador común y es la alteración de nuestras arterias. No hay que olvidar que todos tenemos una edad cronológica y una biológica. La primera se presenta desde el momento en que nacemos y la otra viene determinada por la edad de nuestras arterias, esto quiere decir que si la mayoría de estos factores de riesgo están presentes pueden alterar la estructura y la funcionalidad de nuestras arterias, teniendo como resultado un envejecimiento vascular acelerado que puede conllevar a futuro a un riesgo cardiovascular y metabólico”, destaca Velásquez.

En Colombia no es un tema menor, ya que los datos más recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) revelaron que 55.000 muertes fueron causadas por enfermedades cardiovasculares para el 2019.