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PSICOLOGÍA

Pandemia espiritual

Tenemos la conciencia intoxicada por las oscuras expresiones del ego, el cual intenta acorralar y aniquilar al espíritu.

Paula López Espinosa
12 de marzo de 2020

Esta pandemia es un llamado a la conciencia de los seres humanos, a todas aquellas almas que se han deshumanizado y que se han vuelto de piedra helada...

Todos debemos detener nuestra vida y pausar nuestra existencia, volver los ojos a Dios quien nos está hablando en nuestro silencio interior, diciéndonos “por qué me has abandonado”.

Si nuestro creador levantara el techo de cada casa y viera cómo estamos viviendo, ¿qué cree que le diría? Es tiempo de soltar de desapegarnos de atesorar solo aquello que realmente da sentido a nuestra vida....

Es tiempo de hacer un escáner del alma y revisar qué es lo que más valor tiene para nosotros durante el paso temporal por esta tierra. Elevar la conciencia es la única tarea espiritual que todos debemos realizar en estos tiempos, para despertar de este modo artificial en el que estamos viviendo. 

¿Estaremos viviendo en realidad? Pues la vida que llevamos más bien podría llamarse sobreviviendo y en algunos casos hay almas que viven agonizantes como si deambularan por el mundo simplemente dando tumbos de día en día. No tenemos tiempo de abrazar, de amar, de disfrutar una cena conectándonos con otra alma.

Somos infelices y vivimos en insatisfacción como expresión de la resequedad y la aridez de nuestro corazón agobiado y sangrante...

Entonces, ¿qué significado espiritual y existencial podemos darle a estas manifestaciones sobrenaturales que tienen el propósito de frenar la loca carrera del mundo, con el propósito de hacerlo estrellarse contra nuestra propia sensación de hombre todopoderoso e infalible?

Creemos que no somos vulnerables porque dominamos la economía global, las relaciones interpersonales son desechables, el intercambio y la búsqueda de placer carece de reglas morales y el tener se ha convertido en el Dios que ocupa el trono en nuestra sociedad...

Estamos en medio de una pandemia espiritual, un virus mortal que está carcomiendo las fibras sagradas del alma humana...

Tenemos la conciencia intoxicada por las oscuras expresiones del ego, el cual intenta acorralar y aniquilar al espíritu...

¿Cómo vivir en medio de una crisis mundial que nos amenaza y nos quita la paz, llenándonos de miedo, ansiedad y desolación?

¿Cómo resistir la impotencia que nace del sentirnos avasallados y sobrepasados por noticias cada vez más aterradoras y que parecen sacadas de escenas de películas que evocan la sensación del fin del mundo?

Ya no podemos discernir ni entender si la conciencia humana ha sido masacrada y ha perdido la  guerra contra la fuerza más poderosa que existe, la presencia de Dios nuestro creador que habita en nosotros...

Por eso nuestra mejor vacuna en tiempos de vulnerabilidad e inseguridad extrema, es inclinar nuestra cabeza con humildad ante Dios; doblar nuestras rodillas en postración, reconocer que hemos aportado cada uno de nosotros con nuestras equivocaciones a esta desolación mundial que nos ahoga y nos quita la respiración...

Ponernos todos en cuarentena espiritual voluntaria; ahora en épocas de cuaresma sería nuestra mejor sanación y restauración interior. Despertar nuestra conciencia adormecida y comenzar a recuperar la cordura emocional y la inteligencia espiritual para dejar atrás la tóxica inteligencia artificial sería la mejor manera de enfrentar esta amenaza mundial.

Pregúntese en su interior: ¿Cuál será el para qué de esta situación? Descubra la respuesta cavando en las profundidades de su alma, lugar a veces oculto y abandonado hacia donde ha olvidado caminar. Cuando llegue a su Centro Sagrado permanezca ahí mientras encuentra refugio sosiego y serenidad.

La oración, la quietud interior serán sus mejores herramientas espirituales.

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* Autora de literatura espiritual. Penguin Random House