Un cerebro estresado representa mayor riesgo de sufrir el 'síndrome de corazón roto'.

Ciencia

¿Qué es el síndrome del corazón roto y cómo se relaciona con el cerebro?

Un nuevo estudio analiza el vínculo entre la actividad cerebral y el estrés emocional o físico severo.

26 de marzo de 2021

Una investigación del Hospital General de Massachusetts, afiliado a la Universidad de Harvard, indica que la conexión entre corazón y cerebro juega un papel importante en el llamado ‘síndrome del corazón roto’, o síndrome de Takotsubo (TTS), que consiste en una afección cardiaca temporal, causada por situaciones y emociones estresantes.

Aunque se desconoce la causa exacta se ha identificado que este síndrome se desencadena en personas que han padecido estrés emocional o físico severo, ya haya sido causado por una enfermedad repentina, una ruptura, la pérdida de un ser querido o un accidente grave.

Quienes lo padecen pueden experimentar dificultad para respirar y un dolor torácico repentino, e incluso pensar que se trata de un ataque cardíaco. El TTS afecta solo una parte del corazón y frena temporalmente su función normal de bombeo. El resto del órgano continúa funcionando normalmente o puede tener contracciones más fuertes, según lo explica la Mayo Clinic.

De acuerdo con el estudio publicado en el European Heart Journal, existe una alta posibilidad de que el estrés en la amígdala cerebral, desencadene el TTS. Como parte de la investigación los científicos analizaron imágenes cerebrales de 104 pacientes, para determinar si el aumento de la actividad asociada al estrés en el cerebro desencadena un mayor riesgo de desarrollo del síndrome.

De los pacientes del estudio 41 fueron diagnosticados con el ‘síndrome del corazón roto’ entre seis meses y cinco años después. Sin embargo, se ha señalado que una de las limitaciones del estudio fue que la muestra estuvo compuesta principalmente por pacientes con diagnóstico de cáncer, un factor de riesgo conocido de STT.

Las pruebas revelaron que una mayor actividad en la amígdala del cerebro predecía el momento posterior en que aparecería el síndrome. A mayor actividad en dicha región del cerebro, encargada de procesar las emociones y los sentimientos, los individuos desarrollaron más rápidamente el TTS.

“Demostramos que el TTS ocurre no solo porque uno se encuentra con un evento raro y terriblemente perturbador, como la muerte de un cónyuge o un hijo, como lo dicen los ejemplos clásicos. Más bien, las personas con alta actividad cerebral relacionada con el estrés parecen estar preparadas para desarrollar el TTS, y pueden desarrollarlo al exponerse a factores estresantes más comunes, incluso una colonoscopia de rutina o una fractura ósea”, dice el doctor Ahmed Tawakol, director de Cardiología Nuclear y codirector del Centro de Investigación de Imágenes Cardiovasculares del MGH.

Los investigadores también identificaron una relación entre la actividad cerebral relacionada con el estrés y la actividad de la médula ósea. Debido a que este tejido produce diferentes tipos de células sanguíneas involucradas en el transporte de oxígeno, el aumento de las respuestas inmunitarias y la coagulación de la sangre, la actividad cerebral relacionada con el estrés puede influir en la actividad de las células que afectan la salud cardiovascular.

Por eso los expertos sugieren que los estudios futuros deberían investigar si la reducción de la actividad cerebral relacionada con el estrés podría disminuir las posibilidades de que el TTS se repita en los pacientes que ya lo han experimentado.

“Hallazgos como estos subrayan la necesidad de realizar más estudios sobre el impacto de la reducción del estrés o las intervenciones farmacológicas dirigidas a estas regiones del cerebro en la salud del corazón”, explica Tawakol. “Mientras tanto, cuando se encuentran con un paciente con alto estrés crónico, los médicos podrían considerar razonablemente la posibilidad de que el alivio del estrés pueda resultar en beneficios para el sistema cardiovascular”.