¿Qué tipo de letra ayuda a mejorar la memoria?

La escritura pareciera ser un tema que va perdiendo relevancia, pero que sigue siendo determinante en esta época en la que los aparatos tecnológicos van ganando terrero, en las diferentes etapas de la vida.

Sin embargo, los expertos aseguran que escribir a mano es necesario, pues es una práctica que hace que se activen ciertas zonas del cerebro que fomentan el aprendizaje y la memoria. Ambos procesos son muy necesarios cuando las personas estudian, indican los especialistas.

Al respecto, en un estudio publicado en Frontiers in Psychology, la neurocientífica noruega Audrey van der Meer, confirma que ejercitar la escritura con letra cursiva es muy importante debido a que el uso de lápiz y papel le da al cerebro más ‘ganchos’ para colgar sus recuerdos.

La importancia de la letra cursiva

Los análisis han determinado que escribir a mano crea más actividad en ciertas partes del cerebro. Muchas áreas se activan presionando el lápiz sobre el papel, viendo la letras que se escriben y escuchando el sonido que se genera en el momento de escribir.

Para los expertos, las experiencias sensoriales crean contacto neuronal entre diferentes partes del cerebro y facilitan su apertura para el aprendizaje, es decir, abren nuevas rutas neuronales. En el caso de la letra cursiva está muy relacionada con la capacidad de recordar.

El diario La Vanguardia de España refiere un estudio llevado a cabo por la Universidad de Princeton en el que se exploró la diferencia en la actividad cerebral entre escribir a mano y teclear. Los resultados revelaron que la escritura a mano activa áreas del cerebro relacionadas con la memoria y la coordinación motora fina de una manera que la digitación no logra replicar.

De igual forma, la neurociencia ha determinado que cando se trazan letras de manera manual, se activan áreas cerebrales que están asociadas con la formación de recuerdos y la comprensión. Para los especialistas, la escritura a mano desencadena una actividad cerebral única que no se activa de la misma manera al usar teclados u otros tipos de objetos.

En el proceso de aprendizaje de la escritura cursiva, se fomenta la coordinación visomotora, es decir, la relación entre lo que la persona ve y lo que hace con sus manos. Esta coordinación es clave en el funcionamiento y desarrollo del cerebro, especialmente en áreas que participan en la lectura y escritura.

En relación con este tema, la pedagoga María Montessori, tenía la siguiente frase: “La mano es el instrumento de la inteligencia”, lo cual está directamente ligado con lo que se acaba de plantear. Gracias a la mano se puede explorar el entorno, conectarse con él y desarrollarse como persona desde diferentes frentes.

Lóbulos y sus funciones

Estas son algunas de las funciones de los diferentes lóbulos cerebrales implicados en la acción de escribir, de acuerdo con los expertos.

Lóbulos frontales. En este caso participan en funciones mentales superiores, como el reconocimiento de las consecuencias de las acciones y la memoria. Están vinculados a la escritura, el habla, el movimiento, y la resolución de problemas.

Lóbulos parietales. Son importantes para escribir y leer, ya que se encargan de interpretar las palabras y el lenguaje.

Lóbulos temporales. Estos ayudan a procesar la información auditiva de los oídos. El proceso de escribir algo con lápiz y papel ayuda a activar una colección de células en estos lóbulos conocidas como sistema de activación reticular.

Lóbulos occipitales. Estos lóbulos se encargan de recibir y procesan la información visual de los ojos, que luego es enviada a otras partes del cerebro. Eso permite que la persona pueda leer y escribir al reconocer palabras, formas y colores.

Referencias:

The Importance of Cursive Handwriting Over Typewriting for Learning in the Classroom: A High-Density EEG Study of 12-Year-Old Children and Young Adults.

La importancia de la escritura a mano en la era digital.