Dormir / Comer / Nevera
Puede pasar que las personas quieran dormir después de comer, ya que el organismo necesita reposo para procesar los alimentos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Según la ciencia, estos son los tres tipos de alimentos que más producen sueño

Cada persona puede reaccionar de forma distinta a la comida que ingiere.

Redacción Vida Moderna
23 de febrero de 2024

Uno de los mejores hábitos que una persona puede tener para gozar de una salud óptima es el sueño o descanso de, al menos, según expertos, entre siete y ocho horas por la noche. La falta de sueño puede afectar de forma negativa el humor y el temperamento, así como traer consecuencias en la salud, siendo de los principales factores que bloquean la concentración en las tareas cotidianas.

Sin embargo, el cansancio y la pereza pueden ser una reacción al consumo de ciertos alimentos, ya que el cuerpo usa mucha energía para digerir la comida, provocando somnolencia.

La doctora Stacy M. Peterson y Brooke L. Werneburg le explicaron a Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, que la falta de sueño influye en lo que se come y cuánto se come, dado que las hormonas se regulan durante el sueño y, al faltar horas, las hormonas del hambre se descontrolan y eso aumenta la sensación de hambre y disminuye la saciedad.

Tipos de alimentos que más producen sueño

Expertos sugieren que existen algunos alimentos que afectan de alguna manera la producción de aminoácidos y neurotransmisores, sustancias encargadas de regular los ciclos del sueño, por lo que, estos podrían influir en la sensación de somnolencia.

El insomnio puede generar otro tipo de problemas.
El insomnio puede generar otro tipo de problemas. | Foto: Getty Images

De hecho, existen alimentos que generan una mayor respuesta, con más intensidad, en el sueño. Se trata de alimentos ricos en proteínas y carbohidratos como el salmón, el pollo, los huevos, las espinacas, los frutos secos, la leche, la soja, el queso y, sobre todo, la pasta.

Por su parte, existe un aminoácido crítico, el cual es fundamental para la producción de proteínas, la formación de vitamina B3 y el mantenimiento de músculos, enzimas y neurotransmisores, pero que también podría influir en un descanso óptimo. A su vez, el cuerpo utiliza este componente para producir melatonina y serotonina, dos neurotransmisores que regulan el ritmo circadiano.

Foto de referencia sobre dietas y carbohidratos
Foto de referencia sobre dietas y carbohidratos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

“Los alimentos ricos en carbohidratos, como la pasta, no siempre contienen altos niveles de triptófano. Sin embargo, favorecen la secreción de insulina que, a su vez, ayuda a absorber el triptófano y disminuye los niveles de otros aminoácidos que compiten con el triptófano. Por lo tanto, al consumir alimentos ricos en carbohidratos, se incrementan los niveles de triptófano en el cerebro, lo que a su vez aumenta la producción de serotonina y melatonina, generando una sensación de somnolencia y letargo”, reseñó La Razón.

La serotonina genera diferentes estados de ánimo.
El nivel de serotonina puede generar diferentes estados de ánimo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Asimismo, existe otro grupo de alimentos dentro de los carbohidratos que pueden inducir más al sueño. Se trata de los monosacáridos, es decir, los azúcares, los cuales provocan un incremento acelerado de la glucosa en la sangre, induciendo a la somnolencia.

¿La falta de sueño puede enfermar?

Mayo Clinic explicó que la falta de sueño puede afectar el sistema inmunitario.

“Se ha demostrado en estudios que las personas que no tienen horas de sueño de calidad o suficientes horas de sueño tienen más probabilidades de enfermarse tras estar expuestas a un virus, como un virus de resfrío común. La falta de sueño también puede afectar la velocidad a la que una persona se recupera si se enferma”, señaló.

Adicional, añadió que durante el sueño el sistema inmunitario libera proteínas llamadas citocinas, algunas de las cuales ayudan a promover el sueño. Algunas citocinas deben aumentar cuando se tiene una infección o inflamación o cuando se está estresado. La falta de sueño puede reducir la producción de estas citocinas protectoras. Además, los anticuerpos y las células que combaten infecciones disminuyen durante los períodos en los que no se duerme lo suficiente.