El empleado del parque nacional Nitmiluk, en el Territorio del Norte, se convirtió en espectador del festín el lunes al escuchar los graznidos de alarma de los pájaros.
"Primero vi una serpiente, una pitón oliva, pero mirando desde más cerca, me di cuenta que acababa de matar a un canguro joven y se aprestaba a devorarlo", explicó O'Neill a la AFP. "Es la presa más grande que una serpiente de esta talla puede comer", añadió.
El pitón medía entre 2,5 y 3 metros de largo. Necesitó unos 40 minutos para tragarse a su presa, mientras que el guardia forestal tomaba fotografías de la escena.
"Tuvo realmente problemas para poder tragar la protuberancia del vientre. Después, el canguro se deslizó", dijo. "Esta comida le durará entre dos y tres meses", aseveró.
Según el testigo fortuito, probablemente la pitón sorprendió al canguro mientras comía ciruelas caídas de un árbol y lo mató asfixiándolo.
