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Las malas del paseo

Un grupo de científicos encontró en los tumores un tipo de células encargadas de producir nuevas células cancerígenas y propagar el mal.

3 de marzo de 2003

Los cientificos siempre han estado al acecho de las células malignas que provocan el crecimiento de tumores. En esas andaba un grupo de científicos de la Universidad de Michigan, bajo la dirección de Michael F. Clarke, cuando se encontraron con unas desconocidas muy sospechosas. Durante la investigación que adelantaban con células cancerígenas del seno los expertos vieron que entre 1 y 15 por ciento de las células de un tumor eran las responsables de la propagación de los tumores. Al aislarlas y colocarlas en ratas, lo que les llamó la atención fue ver su capacidad para desarrollarse en diferentes tipos de células tumorales. En efecto, entre 100 y 200 de ellas formaron rápidamente tumores en estos animales mientras que miles de células tumorales de otros tipos no lo lograron. Repitieron cuatro veces el experimento y los resultados fueron iguales. Se trata de una especie de células madre de tumores que actúan como las células madre normales, aquellas que se especializan para formar tejidos normales del cuerpo, pero con la diferencia de que estas trabajan para hacer daño: pueden hacer copias de ellas mismas y producir los otros tipos de células del tumor original.

Esta clase de hallazgos ya se había hecho en enfermedades como la leucemia pero es la primera vez que se hace en tumores sólidos. Aunque no se trata de la cura del cáncer, conocer a fondo estas células puede ayudar a desarrollar tratamientos más efectivos y específicos que sólo busquen destruirlas. "Si queremos tener tratamientos curativos en cáncer de seno avanzado tenemos que deshacernos de ellas", dice Max Wicha, quien participó en la investigación. Agregó que pueden pasar 10 años antes de que los pacientes vean los resultados concretos de esta investigación.