El laboratorio donde se fabrican los implantes es tipo burbuja, tiene dos atmósferas de presión y la pureza del aire es del 99,9 por ciento

Avance

Siliconas tipo exportación

Un implante mamario hecho en Colombia con un diseño innovador, promete más beneficios que todos los existentes en el mercado.

23 de agosto de 2008

Algunos de los problemas más frecuentes relacionados con los implantes de senos es que pierden la forma con los años, se rompen, son difíciles de poner, quedan mal ubicados y se arrugan. Por eso, un grupo de cirujanos e inversionistas colombianos y estadounidenses decidió lanzarse en el proyecto de crear implantes mejorados que compitieran internacionalmente. De ahí surgió Silicone Implants for Medical Appliance (Sima) que, con todo lo internacional que pueda sonar, queda en plena zona franca de Bogotá. Allí, la mano de obra, que trabaja con la última tecnología, es 100 por ciento colombiana.

Sima concentró las mejoras en el diseño en cinco puntos: que los implantes no perdieran la forma ni se aplastaran por la presión, que no se generaran las arrugas que muchas veces se empiezan a palpar después de ser implantadas, que se minimizara el riesgo de ruptura, que fueran fáciles de poner y que una vez colocados, no se desplazaran.

"Encontramos que podíamos solucionar las primeras tres con un solo invento, que era reforzar el borde, en el que colocamos el doble de silicona. El refuerzo hace que el implante no pierda la proyección -altura desde la base hasta la punta-, disminuye prácticamente a cero la posibilidad de que se rompa durante la cirugía y como ese es el borde arrugable, ya ningún paciente se queja de que se palpa el implante", dice el cirujano plástico Ernesto Andrade, quien está a la cabeza del proyecto.

Para evitar la mala colocación idearon una marca en forma de punto en la parte superior, que le permite al cirujano ver que el implante haya quedado en la posición adecuada. Esto evitará que queden al revés o desviados, como ocurre en algunos casos. Y para que las bolsas no se desplacen dentro del bolsillo mamario, lo cual sucede con los implantes lisos -que son preferidos por algunos cirujanos porque son más fáciles de colocar-, agregaron un parche texturizado o rugoso en la base para que se adhiera al tejido y no se mueva.

Además, si se rompen, no producen derramamiento del gel de silicona, ya que, como explica Juan Carlos Torres, director de la planta de Sima, "el grado de cohesividad es muy alto y eso asegura que nunca, así yo rompa el implante, vaya a haber filtración del gel interno hacia el cuerpo".

Otra de las novedades es la 'trazabilidad'. Esto es un número de referencia que tiene cada implante y que el médico que realiza la operación registra en la página de Internet de Sima. La idea es que en la página queden especificados los datos de las pacientes y la cirugía. Así, por ejemplo, una mujer podrá ingresar años después a la página y encontrar la garantía del producto.

Y aunque parezca algo muy obvio, Sima ofrece implantes individuales, lo que será muy práctico para las mujeres que son sometidas a una mastectomía en un solo seno o a quienes se les rompe un implante.

Aparte de eso, la empresa ya tiene los prototipos para implantes faciales, de pantorrilla y glúteos. También están trabajando en otros para marcar las abdominales y la semana pasada empezaron a desarrollar un implante de pene. Como dice Andrade, "La gama de productos es muy extensa y ya tenemos la tecnología para hacer lo que queramos con silicona".