La ruta de desarrollo rural que deberá seguir el país será trazada este 30 de octubre en la Primera Gran Cumbre Colombia Rural, en el Auditorio Hall 74, en Bogotá. | Foto: Andrés Rosales

Bogotá, Bogotá

Lo rural se abre campo

La vida por fuera de las ciudades, casi sin excepción, ocupa los últimos puestos en temas de desarrollo, inversión y equidad. Este 30 de octubre este tema será prioridad en la Primera Cumbre Colombia Rural.

7 de octubre de 2019

 

Desde la década de los años noventa, el gasto en el sector rural se caracterizó por una relativa menor importancia en el presupuesto de inversión del gobierno nacional y la pobreza, tanto extrema como monetaria, se ha convertido en un ícono del campo, como las manos callosas o el café a las 4 de la mañana. 


Las cifras no dan margen para interpretaciones. Según el Dane, en 2018  36,1% de la población rural (3,9 millones de personas) se encontraba en condiciones de pobreza monetaria, mientras que en las cabeceras esta proporción era de 24,4% (9,1 millones). En pobreza extrema, el 15,4% de la ruralidad (1,6 millones de personas) vivía por debajo de la línea de indigencia, 3,1 veces la pobreza extrema de las áreas urbanas (1,8 millones de personas). 

Respecto de la inversión, el Índice de Orientación Agrícola del presupuesto (IOA), que mide la proporción del gasto público asignado al campo con relación a su participación en el Producto Interno Bruto (PIB), también mostraba una marcada desventaja. La inversión cayó de valores del 10 por ciento o más en los noventas a menos del ocho por ciento en la década del 2010, según la Misión para la Transformación del Campo (2015).

El sector privado, la academia, las comunidades y el Estado deben trabajar conjuntamente en hacer realidad la agenda de desarrollo rural. El próximo 30 de octubre medio centenar de expertos protagonizarán nueve paneles trascendentales para la ruralidad colombiana. Aquí, algunos de los temas a debatir.


 

 

A repensar las alianzas productivas

En Colombia, más de 80 mil familias se han beneficiado de proyectos que involucran Alianzas Productivas. Las razones para desarrollar esas u otras metodologías de asociatividad son muy variadas, pero su común denominador es mejorar la productividad. Las limitaciones propias de nuestra geografía y ordenamiento territorial hacen que los mecanismos para asociarse entre pequeños cultivadores, o entre éstos y los siguientes encadenamientos productivos sean prácticamente obligatorios para ser competitivo y generar ingresos sostenidos en el tiempo. Colombia tiene una historia importante de alianzas productivas. En la Cumbre, expertos revisarán los casos de éxito y harán sus aportes para pensar en una versión 2.0 de las alianzas productivas.

La desigualdad en la tierra

 

Desordenada, informal y sin planeación. Así podría resumirse la ocupación de la tierra en Colombia, una lucha de intereses particulares que detonó el conflicto armado que ha perpetuado a las zonas rurales en escenarios de pobreza y desigualdad. Las grandes extensiones de tierra están concentradas en pocas manos, razón por la cual la distribución de la propiedad rural es la quinta más desigual en el mundo según el Banco Mundial. Más de 800.000 hogares rurales nunca han tenido tierra, mientras que solo 6 por ciento de los municipios colombianos cuenta con una formalidad de la tierra en más del 75 por ciento de los predios. Cómo darle un vuelco a este panorama y qué le falta al país para asegurar el acceso y formalizar el mercado de tierras serán los ejes de debate de este panel. 

Tecnología e innovación

 

La ruralidad siempre se ha dibujado desde el paisaje del subdesarrollo, el atraso tecnológico y la falta de propuestas innovadoras. Sin embargo, en los últimos años, se ha desarrollado una oferta tecnológica con aplicaciones, programas y procesos que mejoran la forma en que se mueve el comercio, la agricultura y la delimitación de predios, entre muchos otros temas. 

 

El propósito de este panel es que, a través de conferencias experienciales, se den a conocer casos que han beneficiado a comunidades rurales. La discusión girará entorno a factores de éxito en la implementación de tecnologías y propuestas concretas para mejorar el uso y apropiación de estas, de tal forma  que permitan conquistar la última milla, usualmente despavimentada, de la innovación en la ruralidad. 

Desafíos de la seguridad en el campo

 

La presencia de actores armados en la ruralidad sigue siendo una talanquera para el desarrollo del campo. Mientras en algunos territorios crece el conflicto por Grupos Armados Organizados (GAO), en otros los desafíos son seguridad ciudadana y convivencia. Acorde con la Fundación Ideas para la Paz, la tasa de homicidios creció en el Catatumbo, el bajo Cauca, el sur de Córdoba, norte del Cauca, Chocó y Nariño para 2018. 

 

También destaca un aumento de 48% en el desplazamiento forzado (FIP, 2019). Mientras tanto, el Ministerio de Defensa reportó para 2018 un aumento del 16% en delitos sexuales, 29% en hurto común y 7% en violencia intrafamiliar. El objetivo de este panel es debatir sobre la relación entre desarrollo y seguridad, el rol de las comunidades y los modelos de intervención en el campo.