OPINIÓN

Del poder individual al cambio colectivo

Es cierto que cada uno de nosotros tiene el poder de transformar su propia realidad. Ese poder se materializa, con matices de persistencia, en acciones cotidianas que impulsan cambios a corto y largo plazo.

1 de mayo de 2018

Es cierto que cada uno de nosotros tiene el poder de transformar su propia realidad. Ese poder se puede materializar, con matices de persistencia, en acciones cotidianas que impulsan cambios a corto y largo plazo. De igual forma, si nos unimos con otros que también quieren explotar su poder, logramos potenciar nuestra fuerza transformadora a niveles impensables.

El contexto actual del país –a pesar de las enormes dificultades que enfrentamos– nos presenta la oportunidad de tener un fin común: la construcción de una Colombia reconciliada, en la que sus ciudadanos puedan convivir cívicamente sin apelar a la violencia, el dolor y la venganza.

Históricamente hemos esperado que la convivencia cívica provenga de políticas públicas, articuladas en leyes o medidas administrativas del Estado. Sin embargo, el tiempo nos ha demostrado que esta fórmula es insuficiente si no se construye una realidad colectiva basada en nuevas ideas que transformen la vida de los ciudadanos. Para eso, aunque pueda parecer evidente, se requiere unir a las personas y, con esto, multiplicar su poder de transformación.

Se estarán preguntando ¿cómo unir esas fuerzas? y ¿a quiénes unimos primero? Existen muchas respuestas a estas preguntas.  Pero una que aconsejo es mirar con atención a los jóvenes del país, tanto urbanos como rurales, y ver cómo es posible que se conecten a través de la tecnología.

En estos jóvenes se pueden encontrar historias que caracterizan la realidad del país. Sus relatos conmueven e inspiran profundamente. De sus experiencias surgen nuevas iniciativas que buscan un verdadero cambio. Es a estos jóvenes a quienes tenemos que empoderar; poner en contacto con otros que tengan sueños y aspiraciones similares para así crear una red con la cual logren construir de forma conjunta.  

Movilizatorio y la Fundación mi Sangre están impulsando un proyecto llamado “Paz en Construcción” con el auspicio de la Alianza Latinoamericana para la Tecnología Cívica (ALTEC), forjada entre Omidyar Network y Avina. Esta alianza tiene el propósito de promover el desarrollo de iniciativas para mejorar y ampliar el ejercicio de la ciudadanía con el fin de lograr cambios positivos.

En este proyecto buscamos unir las fortalezas del trabajo online y offline para movilizar a los jóvenes en torno a la paz. Hasta la fecha hemos trabajado con más de 500 jóvenes, con distintos orígenes socioeconómicos y culturales –algunos de ellos afectados por la violencia–. Son ellos quienes están proponiendo una agenda juvenil como herramienta para lograr movilizar a la sociedad y generar cambios estructurales en la realidad colombiana.

La agenda juvenil ha permitido identificar cuatro temas centrales que los jóvenes consideran primordiales para que exista la posibilidad de una verdadera construcción de paz en Colombia. Primero, consideran la educación como un eje transformador de la sociedad. Segundo, el acceso a un empleo digno como factor de bienestar social. Tercero, la necesidad de transformar el sector rural y, por último, consideran fundamental la transparencia en el acceso a la información veraz y sin mentiras que apoye los procesos que está viviendo el país.  La agenda juvenil se esta  moviendo a través de la campaña “+Voz -Ruido”.

Esta experiencia ha demostrado cuál es el poder de unir a los jóvenes y cómo esta unión comienza a construir pilares colectivos a través de su energía, compromiso y determinación.  Esta actitud colectiva nos permite tener la esperanza de lograr el fin común de una convivencia pacifica que rechace la violencia y elimine la venganza como mecanismo de desagravio. 

Prueba de esto es el testimonio inspirador de un joven que participó en nuestro último encuentro. Después de que su mejor amigo falleciera en sus brazos, a manos de la violencia en su barrio, él decidió “tomar venganza” de la forma más efectiva posible: convirtiéndose en un líder juvenil que trabaja para transformar la realidad de comunidad.  

Paz en Construcción es la unión de acciones individuales, como la de este líder juvenil, que, multiplicadas en el país, pueden impulsar una transformación colectiva. Este esfuerzo nos puede ayudar a “tomar venganza” y construir juntos un mejor mañana.

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POR MARIANA DÍAZ KRAUS | @MarianaDiazKraus

Directora de alianzas y estrategia de Movilizatorio

 

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