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Yenny Saldarriaga y Yenny Saldarriaga, su excontadora | Foto: Instagram @epa_colombia y @yosoyyennysaldarriaga

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Excontadora de Epa Colombia la acusa de amenazar a su hija menor de edad

Yenny Saldarriaga, excontadora de Epa Colombia, así lo contó en el marco de la entrevista que concedió a SEMANA. “Me dijo que mi hija estaba vigilada, que uno no se metía con las personas que tenían mucha masa de seguidores”, aseguró.

27 de marzo de 2022

Yenny Saldarriaga, excontadora de Epa Colombia, rompió su silencio. Habló en exclusiva con SEMANA de una denuncia que interpuso contra la influencer por amenazas, calumnia e injuria. Entre lágrimas, contó todo y asegura que vive una pesadilla. En el marco de la entrevista, Saldarriaga señaló a Epa Colombia de amenazar a su hija menor de edad.

Cuando hablaba para SEMANA, la excontadora dio cuenta de un supuesto secuestro, por parte de Epa Colombia, de una persona que trabajaba para ella. De paso habló de cómo, supuestamente, la influencer le dijo que tenía a su hija vigilada. Todo ello porque la mujer sospechaba sobre la pérdida de un monto millonario. Así fue su conversación al respecto:

SEMANA: Después de todo eso viene un episodio que la marcó a usted y también a sus compañeros. Se trata de la historia del supuesto secuestro de un compañero suyo que también trabajaba para Epa Colombia. Cuéntenos por favor.

Y.S.: Cuando yo muevo diferentes montos en Colombia, hay regímenes especiales que como emprendedores o empresarios puedo tomar. Dijimos: “Esta planeación que llevan hasta el momento no nos va a dar para los montos que se están moviendo, entonces hagamos una empresa matriz”. A esa empresa había que cambiarle el nombre, el objeto social, y ella debía definir quién era el representante legal. Acá hago una acotación, porque nos decía “a mí todo el mundo me roba”. Entonces, nosotros dijimos “ponga a alguien de su confianza para que sea el representante legal y que pueda hacer absolutamente todo”. Decidimos que ella invirtiera en una compañía, tenía las tarjetas, tenía absolutamente todo. A SEMANA le entregué los audios en los que ella me dice que tiene el control absoluto y yo le respondo: “Tú tienes el control absoluto del dinero, sin tarjetas no puedes hacer absolutamente nada, sin claves muchísimo menos”. Eso fue el 30 de julio, cuando yo estaba en Medellín y tuve que comprar un vuelo y venir a Bogotá de inmediato porque ella retuvo a Carlos Toro, quien era la persona encargada de todas las ideas comerciales dentro de la compañía.

SEMANA: ¿Yenny, usted tuvo que venirse a Bogotá a buscar al señor Toro?

Y.S.: Soy contadora, en términos jurídicos no tengo ni idea de la diferencia entre uno y otro. Hoy les puedo decir que ella lo retuvo en la sede de Bochica, y como ustedes publicaron toda la denuncia, la ampliación la hizo Carlos, y yo como testigo, pero ella lo retuvo. Lo único que me dijo Carlos fue: “Tienes que venir porque si no ella no me deja salir y yo tengo que ir a ver mis hijos”. Obviamente compré un tiquete y salí volada para Bogotá, para saber qué era lo que estaba pasando.

SEMANA: ¿Quién le pidió a usted que viniera a Bogotá?

Y.S.: La señora Daneidy, porque si no, no dejaba salir a Carlos y yo no sabía qué era lo que estaba pasando.

SEMANA: ¿Qué día recibió la llamada de Epa Colombia?

Y.S.: Eso fue un 30 de julio en la mañana. Carlos me llamó y me dijo: “Si tú no vienes, ella me no me deja salir”. Cuando me dice eso, yo le escribo: “Daneidy, no te preocupes que ya voy para Bogotá y lo solucionamos allá”. Me dejó en visto, no pasó absolutamente nada, cogí el primer vuelo, vine hasta Bogotá y me dirigí a la sede de Bochica. En ese transcurrir le dije a la persona encargada de mi transporte acá: “Mira, si a las cinco de la tarde yo no he salido, por favor llama a la Policía, me escribes, porque algo pasa”. La situación estaba muy tensa. Cuando llegué a la sede de Bochica, empezó a amenazarme, ustedes también tienen los audios. Me dijo que mi hija estaba vigilada, que uno no se metía con las personas que tenían mucha masa de seguidores, y otras cosas que a mí me parece de hecho aterrador volverlas a mencionar. Yo se las entregué a ustedes.

SEMANA: Es importante que usted le cuente al país si ella supuestamente la amenazó, qué le dijo

Y.S.: Más que amenazarme a mí, amenazó a mi hija. Me dijo que la tenían vigilada, que sabía dónde vivía yo, dónde estudiaba mi hija, que a ella la respaldaban personas muy grandes, que uno no se dañaba la vida con una persona que movía tantas masas en las redes sociales. Amenazó también a Lina Mesa, que era la coordinadora del proyecto, y le decía: “Hágalo por ellos, hágalo por su familia”. Amenazó a Carlos y a sus hijos, que, no sé si para ustedes, pero para mí, como mujer, es lo más importante en mi vida, cuando te tocan a los hijos eso ya va trascendiendo el nivel. Entonces yo les entregué los audios a ustedes donde ella obviamente pueden validar todas las amenazas que nos hicieron.

Le entregué los token, todo se solucionó, y le dije: “Mira, Daneidy, si quieres deja ir a Carlos, él tiene que ir a ver sus hijos, y yo me quedo hasta que eso se pueda solucionar”. No sé cómo ni sé por qué ella mandó a bloquear la cuenta del banco, cuando ni siquiera era la representante legal. Luego de eso nos pidió perdón. De hecho les entregué los pantallazos, donde nos dice, esto no volverá a pasar. Todo queda así.

SEMANA: ¿Epa Colombia estaba allí con ustedes? ¿Sabía lo que estaba pasando?

Y.S.: Sí, claro. Ella estaba presente.

SEMANA: Ella empezó a insultarla, según nos relató usted. ¿Qué le decía?

SEMANA: ¿Usted qué le decía?

Y.S.: Creo que en esos casos es prudente escuchar.

SEMANA: Usted no le decía nada…

Y.S.: Yo me preguntaba qué estaba pasando. Le dije: “Si hace ocho días saliste en un programa y dijiste que yo era la mejor contadora, que hacíamos todo legal, que no evadíamos impuestos y que hacías absolutamente todo lo que yo te dijera porque era una persona muy honesta. ¿Cómo me vas a decir eso hoy? Si yo quiero el bien para la empresa, quiero el bien tuyo”. Tan es así, en un término muy coloquial o muy paisa, pero tan parada soy que jamás le pedí ni que me hiciera publicidad ni absolutamente nada. De hecho, yo he respetado el acuerdo de confidencialidad, aun cuando ella no. Me parecía muy injusto.