El pozo misterioso que se ha ‘tragado’ a quienes osan descubrir el fondo

Tan enigmático como interesante, el manantial subterráneo conocido como Fosse Dione, ubicado en una zona llamada Tonerre, en la región de Borgoña, en Francia, atrae a propios y visitantes, quienes por curiosidad quieren saber dónde está su fondo y cuál es su origen.

En días recientes, este pozo profundo misterioso se volvió tendencia en redes sociales. El diario La Razón, de España, publicó en un artículo que nadie ha logrado descubrir de dónde brota esta fuente de agua.

Destaca la publicación que muchas personas han intentado averiguarlo, e incluso, tres buzos que se atrevieron a adentrarse en estas aguas murieron en el intento.

“El manantial ocupa un lugar destacado en los relatos de los milagros realizados por el monje del siglo VII San Juan de Roma, que llegó a la zona en el año 645 después de Cristo para limpiar el manantial, que en ese momento era un pantano inutilizable. Se conoce que los romanos lo usaban como suministro de agua potable y que los celtas lo consideraban sagrado. También fue un sitio de baños durante el siglo XVIII y no fue hasta la Revolución Francesa cuando los lugareños se empezaron a preguntar hacia dónde podría conducir”, explica el mencionado medio.

El origen del gran surtidor de agua sigue siendo un misterio. Numerosas teorías han tenido lugar, como era el caso de los que afirmaban que podría conducir a otro mundo. Otros estaban convencidos de que su fondo era el hogar de una serpiente gigante. Todas esas suposiciones antiguas no tienen una lógica clara, sin embargo, no se ha demostrado lo contrario.

Resalta el periódico español que en el año 1974 dos buzos profesionales se atrevieron a descender por este pozo. Una vez entraron, no volvieron a salir. Así, los medios franceses reseñaron que esta misma situación ocurrió en el año 1996, con otro buzo contratado por las autoridades de la localidad para llegar “al fondo del asunto”, con el resultado de seguir sin saber el origen, pero tampoco se volvió a saber del buzo.

Un último intento se realizó en el año 2018. El buceador profesional Pierre - Éric Deseine logró descender más de 70 metros de profundidad y logró salir, pero no llegó hasta el fondo ni pudo descifrar el misterio. Solo quedó claro que había bajado una pequeña parte de lo que se necesitaba.

Autoridades de esta región francesa sostienen que actualmente el manantial expulsa 311 litros de agua por segundo, aunque puede llegar a alcanzar los 3.000 en días de lluvia. Su cantidad de agua varía en función de la estación del año o la temporada de lluvias o sequías.

“Se sabe que el agua emerge de una red de cuevas subterráneas de piedra caliza, pero nadie ha podido localizar su nacimiento. Considerado como un manantial kárstico (un karst es una región irregular de piedra caliza con sumideros, arroyos subterráneos y cavernas)”, apunta la publicación.

Expertos en afluentes han explicado que una de las características principales de este tipo de manantiales es que el agua se transporta rápidamente por las cavernas, por lo que hay un filtrado mínimo del agua y poca separación de los diferentes sedimentos. Así, las tormentas, el deshielo y los cambios estacionales generales en las precipitaciones tienen un efecto muy notable en los manantiales kársticos.