Algunos astronautas compararon el olor del polvo lunar con pólvora o cenizas de carbón.

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La Luna no huele a queso ¿Cuál podría ser su olor?

Sin visitar este satélite natural el investigador Michaël Moisseeff se dio a la tarea de recrear su olor. No se imagina a qué se le parece.

13 de agosto de 2020

En muchas tiras cómicas e historias infantiles se relaciona a la Luna con un gran queso. Sin embargo, son varias las personas se han encargado de desmentir esa curiosa relación.

A pesar de la dificultad de determinar un olor específico de la Luna, Michaël Moisseeff, un hombre de 66 años que estudió genética, se puso a la tarea de recrear la fragancia de este satélite natural y lo hizo a partir de las descripciones de varios astronautas que caminaron la Luna, como Neil Armstrong.

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De hecho,  algunos astronautas han descrito sus diferentes sensaciones al estar en la Luna y olfatear el polvo que se impregnó en sus trajes. Gene Cernan, astronauta del Apolo 17, en algún momento manifestó que su olor era similar al de la pólvora quemada. El piloto del Apolo 11, Buzz Aldrin, dijo que el polvo que se adhirió a su traje tenía una fragancia similar al del carbón quemado o a las cenizas de una chimenea. Y Charlie Duke, piloto del Apolo 16, aseguró que el olor era realmente fuerte. 

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Moisseeff, quien se define como un escultor de aromas trabaja a partir de moléculas para producir todo tipo de fragancias. “Para recrear el olor de un sotobosque, por ejemplo, en primer lugar hay que ir. ¿Acaso hay musgo?, ¿líquenes?, ¿humedad? Hago un inventario y junto mis elementos, como un pintor con su paleta de colores, y luego trabajo en las proporciones para intentar afinar al máximo”, explicó el experto al diario La Nación de Argentina.

Ante la imposibilidad de viajar a la Luna, optó por trabajar con los relatos de los astronautas. Así en su laboratorio comenzó un proceso para tratar de captar los aromas descritos por los viajeros del espacio, fragancias metálicas, carbonosas y sulfurosas.

“Un olor es cuando una molécula se une a un receptor de la mucosa olfativa, generando una señal que provocará una sensación. Esta sensación es absolutamente individual, en función de la genética que uno haya vivido. El ser humano posee 260 receptores olfativos”, agregó el investigador al diario argentino.

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Sin embargo, el olor recreado no es exacto y no precisamente reflejaría el olor de la Luna. La Nasa aseguró que ese polvo lunar impregnado en la ropa de los astronautas o recogido pudo ser contaminado al entrar en contacto con el aire y agua, eliminando esos efectos. La mejor estrategia será intentar analizar su olor en la propia Luna, cosa que hasta el momento no ha sucedido.