Conservadores españoles prometen combatir el desempleo

Los conservadores, considerados favoritos para ganar los comicios, prometieron el martes reducciones fiscales a empresas y otras medidas para combatir un desempleo del 21,5%, aunque no facilitaron datos específicos sobre cómo reducirá España su déficit.

Se espera que el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, barra por un aplastante margen al gobernante Partido Socialista en las elecciones del 20 de noviembre y tal vez incluso alcance una mayoría absoluta en el Parlamento, heredando una economía de crecimiento nulo en el tercer trimestre.

El Banco de España dijo el lunes que el crecimiento económico ha quedado empantanado en el segundo semestre tras dos trimestres consecutivos de expansión. Agregó que el atascamiento podría poner en peligro el compromiso de España con la Unión Europea de reducir el déficit al 6% del PIB para fin de año.

Rajoy prometió el lunes alcanzar en el 2012 el objetivo de un déficit equivalente al 4,4% del PIB.

Empero, con una economía sin pulso, los ingresos fiscales han mermado mucho. En España muchos creen que un gobierno del Partido Popular tendrá que adoptar un durísimo programa de austeridad para reducir el gasto público, tanto del gobierno federal como de las comunidades autónomas, a fin de alcanzar esa meta.

Pero en su programa electoral aprobado el lunes y difundido el martes en la internet el partido no aporta datos específicos sobre las medidas a tomar.

Entre otras promesas, el partido desea fomentar la creación de empresas mediante subvenciones a emprendedores, menores impuestos al ahorro y bienes como dividendos de acciones para fomentar la recuperación económica.

También desea reinstalar una exención fiscal con el fin de que la gente amortice hipotecas, revirtiendo una medida que había instituido el presidente del gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero para recaudar ingresos.

El PP prometió además no negociar con la proscrita banda armada vasca ETA, que el mes pasado declaró que abandonará la violencia tras cuatro décadas de lucha armada en la que asesinó a más de 829 personas.


AP