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Bryan Stevenson (Michael B. Jordan) y Walter McMillian, el convicto condenado a muerte, luchan contra un sistema roto y cruel en su injusticia. Foto: WB

Entrevista

“En esta historia y en este hombre encuentro mucha esperanza”, Destin Daniel Cretton

El hawaiano, que Marvel contrató para dirigir su primera cinta dedicada a un superhéroe asiático, estrena en Colombia ‘Buscando justicia’ (Just Mercy): la historia real de un abogado que, desde 1989, salva vidas enfrentando a un sistema judicial viciado por el racismo.

Alejandro Pérez E.
28 de febrero de 2020

Como lo cuenta en esta entrevista exclusiva para ARCADIA, el hawaiano Destin Daniel Cretton sabes que su cinta es emotiva, fuerte, pero no cree que baje los ánimos. De hecho, aspira a lo contrario, a que inspire.

Buscando justicia (Just Mercy) se enmarca en el sistema judicial descaradamente injusto con las comunidades afroestadounidenses de Alabama, Estados Unidos, donde la pena de muerte es aún una realidad y se administra con una facilidad miedosa. Y precisamente por eso, la historia de alguien que contra toda lógica decide armar una vida tratando de rectificar ese sistema criminal es tan significativa.

En el centro del relato, el abogado Bryan Stevenson, interpretado por una estrella ya consolidada como Michael B. Jordan (quien además coproduce de la cinta). Luego de graduarse de Harvard, y dejando de lado posibilidades mucho más cómodas de practicar la ley, a finales de los años ochenta Stevenson optó por radicarse en uno de los estados en los que la Guerra Civil no parece una memoria tan lejana. Esto con la intención de hacer justicia desde la compasión y la cercanía con convictos que, una vez en ‘Death Row’, ese pasillo que hombres que esperan la hora de su muerte, caen en el olvido. Stevenson apuntó a cambiar lo que le fuera posible de ese sistema roto; a salvar las vidas que, sabía, merecían justicia.    

La cinta se basa en las memorias de Stevenson y se centra en el caso de Walter McMillian (interpretado por el ganador del premio Óscar, Jamie Foxx), condenado a la pena de muerte casi por capricho negligente de las autoridades. Sobre la cinta, que ya se proyecta en salas colombianas, esto nos dijo. 

Destin, usted se ha destacado desde la frontera del cine independiente, pero ahora lidera una producción de Warner Bros. con estrellas consolidadas, ¿cambió su manera de dirigir?

No lo creo. Asumí el trabajo como siempre lo he hecho: hay cámaras y hay actores, y me aseguro de que el actor logre el trabajo más auténtico que le sea posible. He sido muy afortunado en poder rodar con el mismo equipo desde que empecé en esto: el mismo director de fotografía, el mismo compositor, el mismo editor, el mismo diseñador de vestuario. Y con un equipo que te ha rodeado desde siempre sueles recordar que, así hagas una película de estudio grande, hay una búsqueda colectiva para lograr una película genuina.

¿En qué momento entró a hacer parte de esta producción?

Nuestro productor, Gil Netter, me envió el libro. Lo leí y, bueno, me conmovió y me enamoré de él. Desde ese punto salimos y logramos contactar a Michael B. Jordan, quien se sumó como actor y como productor. Entonces fuimos a los estudios, Warner Brothers le dio luz verde y, la verdad, ha sido fantástico trabajar con ellos.

La pena de muerte es un tema siempre polémico y duro; ¿es más importante tratar estas historias precisamente en medio de este clima político tan dividido?

Es más importante que nunca recordar, de tantas maneras nos sea posible, quiénes somos. Eso incluye las realidades duras y desagradables, el sistema judicial roto y lo que debería cambiar en él. Pero también, igual de importante, incluye recordar que muchos tenemos una parte del espíritu que demuestra Bryan Stevenson. Como él, mucha gente toma impulso para ayudar a otros que viven en una situación vulnerable y para poner el foco en situaciones que muchas veces se pasan por alto. En esta historia y en este hombre encuentro mucha esperanza.

La cinta evoca muchas cintas poderosas, ‘Dead Man Walking’, ‘Mississippi Burning’, ‘In the Name of the Father’ y hay referencias a ‘To Kill a Mocking Bird’, ¿se inspiró en algunas de ellas o partió de otro camino?

Sin duda tuvimos sesiones para ver estas y más películas del género, para ilustrarnos, pero la guía indudable fue el libro de Bryan (Just Mercy / Cuestión de justicia). No creo que esta historia se adapte solamente al "drama de juzgado", porque mucho de lo que sucede tiene lugar por fuera de los juzgados. Nos centramos mucho en el proceso de Bryan, quien expresa que para hacer un buen trabajo de abogado es esencial relacionarse con su cliente y con su entorno, entenderlos como personas antes de buscar "solucionar" o "ganar". La base de cómo trabaja sus casos es el entendimiento total de sus clientes, acercándose a ellos, y eso tratamos de reflejar.

Eva Ansley, interpretada por Brie Larson, apoya a Bryan, y coincide con él en que acercarse es necesario, mientras anota que el mundo le pide exactamente lo contrario, no involucrarse tanto...

Eso nos enseñó Bryan sobre su trabajo. Que no podía hacerlo bien si mantenía una distancia con sus clientes, y claro, es un riesgo muy grande. Él trabaja con clientes que tienen todas las de perder y abrirse a relaciones con personas en esa circunstancia lo enfrenta a grandes decepciones. Pero sin ese tipo de profundidad, que lleva a que sus clientes le compartan detalles que a muy pocas personas le revelarían, es difícil dar con los detalles que hacen diferencia en los estrados. 

La cinta se desarrolla entre 1987 y 1992, pero el trabajo ha continuado. Hacia el final usted presenta cifras de lo que ha logrado hasta estos días EJI (Equal Justice Initiative), la organización que Stevenson fundó en Montgomery, Alabama, en 1989. ¿Qué tanto ha cambiado todo con respecto a ese escenario previo a la acción de Bryan y más.    

Es impresionante lo que han logrado, y cómo han ayudados a cientos y cientos de personas y a sus familias. Es algo tan amplio que ni las estadísticas alcanzan a reflejar. Han conseguido cambios cruciales en la legislación que han afectado positivamente a niños encarcelados. Han contribuido mucho a este país. Es muy inspirador para mí ver lo que una persona determinada puede lograr cuando se dedica a una causa. Ahora, del otro lado, en estos tiempos, en Estados unidos aún estamos ejecutando personas y hay agentes gubernamentales que presionan para que se haga más y más. Por eso es importante que una cinta logre, ojalá, volver a poner la conversación en la mesa.

¿Se enfrenta usted al test de la audiencia? ¿Qué arrojó? 

Sinceramente, ha sido una recepción increíble. Y presenciarla es impactante. Le mostramos  la cinta a varios tipos de audiencias, a mixtas, afroamericanas blancas, y la cinta le habló a todas. Se sorprenden por la humanidad de la cinta, por lo envolvente que es, por lo esperanzadora que resulta y el ejemplo que te deja. A la vez, también abre los ojos frente a situaciones en las que muchos de nosotros no pensamos normalmente.

Hará parte del universo Marvel, dirigirá ‘Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings‘. Ya probó con grandes estudios y le fue bien, ¿qué espera de su experiencia en este universo vasto y mediático como el de Marvel?

Vivo cada como una experiencia nueva y, en todas, siento que no tengo idea de lo que estoy haciendo. Se experimenta y se navega en una enorme curva de aprendizaje, y ese miedo es parte de la diversión de hacer esto. Sobre Marvel, me emociona hacer algo distinto, pero siempre abordaré el trabajo de la misma forma: buscaré los personajes y las situaciones con las que conecto y encontraré los temas que me tocan, para sentirme parte de la historia. No importa qué tan grande sea el proyecto, eso seguiré haciendo.

Tiene una relación con Brie Larson de años, y trabajó con Michael B. Jordan y un ganador de Óscar, Jamie Foxx. Cuéntenos de su trabajo con ellos. 

Somos amigos con Brie desde niños. Trabajamos de manera muy fluida. Es una maravilla, una mujer llena de compasión, hecho que la hacía perfecta para este rol. Fue muy fácil dirigirla, y lo mismo digo de los protagonistas. Michael y Jamie son actores fantásticos y la mayoría de mi trabajo fue crear el espacio para que ellos tuvieran la posibilidad de hacer lo que hacen de la mejor manera. Fue un gran honor.

¿Cuál que fue el reto más grande de este rodaje?

Toda cinta trae una cantidad enorme de retos. En esta, creo, uno de los retos más fuertes fue encontrar la manera de reflejar el dolor y el júbilo que viven estos personajes. Retratar la naturaleza terrible de lo que enfrentan pero también ese espíritu de Bryan y Eva y de quienes trabajan en hacer de este mundo uno mejor. No creo que esta cinta te deje deprimido al salir del teatro, y ese balance fue complejo de lograr.