SEMANA: Después de la firma del acuerdo de paz, el país le ha puesto la lupa a los retos en materia social y cada vez surgen nuevas propuestas de cambios y reformas. Desde el punto de vista de las empresas, ¿qué temas están pendientes en esta agenda?JORGE MARIO VELÁSQUEZ: Colombia tiene muchos retos por resolver en el aspecto social, y aun cuando es notorio el avance que hemos tenido en reducción de la pobreza, es fundamental continuar los esfuerzos para brindar oportunidades a las clases menos favorecidas, ya que todavía el 17 por ciento de la población vive en la pobreza multidimensional. Los retos son muchos, pero si tuviera que escoger, optaría por una reforma a la justicia que opere de manera eficiente, transparente y ágil. Esto es fundamental para mantener la confianza en las instituciones y, desde ahí, construir una mejor sociedad.Le recomendamos: “Hacer empresa no debe ser un acto heroico”SEMANA: Las propuestas económicas se han tomado la agenda de los candidatos en las últimas semanas, pero si tuviera que escoger dos temas claves que debe revisar el próximo gobierno, ¿cuáles serían?J.M.V.: En primer lugar, se debe revisar muy bien el tema de niveles de tributación de las empresas. Recientemente, el mundo vio cómo Estados Unidos cambió el régimen a sus corporaciones, y eso es una realidad global porque hoy el capital y las empresas pueden fluir de país en país con más libertad. Tenemos que aprender a competir como destino de inversión, y para lograrlo Colombia debe revisar si las tarifas corporativas que se les cobra a las empresas son competitivas con el resto de oportunidades. Eso tiene que venir acompañado de una decisión política de cómo tributan las personas y cómo se meten más personas a tributar para ampliar la base; en este sentido, hay que revisar el país como destino de inversión. Lo segundo es que al empresario se le deben dar garantías y estabilidad jurídica, es decir, reglas claras. Las inversiones empresariales se hacen pensando a 10, 20 o 30 años, pero si al empresario le cambian cada seis meses las reglas de juego, estamos generando incertidumbre. Un ejemplo claro es el tema tributario: en el país hemos hecho 4 o 5 reformas en los últimos años, así que hay que tomar decisiones y tener estabilidad en las reglas para no estar creando nuevos impuestos a cada rato, y no solo en el gobierno nacional, sino también en los regionales, en los que el tema de las estampillas resulta preocupante.Le sugerimos: Más allá de la capitalSEMANA: ¿Qué temas regulatorios está frenando la economía y cuáles serían los cambios que debería adoptar la nueva administración?J.M.V.: El nuevo gobierno necesita reanimar la economía y recuperar rápidamente un rumbo de crecimiento a mayores tasas. Aprovechando el capital político de la llegada de un nuevo presidente, es fundamental poner en marcha un plan de choque para crear más empleo formal y generar incentivos que promuevan inversiones rápidas y sostenibles en aquellos sectores que ya están listos para despegar como, por ejemplo, agroindustria e infraestructura.SEMANA: La inversión será clave para que la economía del país retome el rumbo, ¿qué señales deberían enviarse desde el nuevo gobierno?J.M.V.: Lo más importante es apostarles a la seguridad jurídica y a la estabilidad en las reglas de juego; hay que darle señales claras al sector privado para que invierta con confianza. En un mundo globalizado, los países compiten por ser destino de inversión. Colombia tiene que ser amigable, transparente y competitivo en materia normativa y fiscal para que fluya nueva inversión y se mantenga la actual. Es fundamental revisar la estructura tributaria y, sobre todo, las tasas efectivas de tributación corporativa. Colombia es un país muy atractivo y con mucho potencial y estamos seguros de que, con las señales correctas, se beneficiará de grandes flujos de inversión nacional y extranjera.Puede leer: Conectando la regiónSEMANA: La infraestructura fue propuesta hace ocho años como la gran locomotora, pero se ha desacelerado. ¿Qué papel debería jugar en los próximos años?J.M.V.: El país tiene un atraso grande en infraestructura, y en Colombia los rankingsde varias instituciones muestran que estamos en niveles muy bajos de competitividad: ocupamos el puesto 86, pese a que somos la economía 31 del mundo. Esto nos permite ver que hay un desacople entre la infraestructura que tenemos y el tamaño de nuestra economía. El resultado es que el costo de acceso a los colombianos es muy alto si no hay buena infraestructura. Hacia adelante, el país debe mantener el propósito de avanzar y resolver algunas barreras. Se han presentado inconvenientes y hay temas aún por resolver; por eso, será necesario que se mejoren asuntos como los permisos ambientales, las consultas, así como los marcos adecuados en aspectos financieros y de cumplimiento. Sin embargo, creo que hay una buena oportunidad de eliminar de una vez por todas las barreras al desarrollo de la infraestructura. Si bien se ha registrado un freno en estos proyectos por problemas de los financiadores o de ejecución de algunas obras, nosotros vemos el vaso medio lleno y creemos que si hay una institucionalidad fuerte y claridad en el tema de financiación, los resultados se van a ver.SEMANA: Sin duda, este sector seguirá siendo clave en la reactivación de la economía. En ese sentido, ¿qué cambios deberían adoptarse para acelerar su aporte al país?J.M.V.: El sector de la infraestructura es uno de los pilares de la economía, gran generador de empleo y sinérgico con otros sectores; hay que destrabar el programa de 4G dando tranquilidad regulatoria al sector financiero y agilidad en la toma de decisiones. A largo plazo, el plan maestro de la infraestructura nacional debe ser una política de Estado y un programa que trascienda un gobierno. A corto, hace falta avanzar en la regulación de asuntos como la consulta previa y las consultas populares, asegurando que las mismas se desarrollen bajo los principios de buena fe y transparencia, y volver a visitar la matriz de distribución de riesgos entre el concedente y el concesionario. SEMANA: ¿Qué tanto les preocupa como empresarios los desafíos que plantea un año electoral?J.M.V.: Colombia es una democracia y cada cuatro años tenemos elecciones, así que es un proceso natural para el empresariado: somos una democracia y es afortunado que estemos con un abanico de candidatos porque esto lo que hace es enriquecer el proceso institucional. Además, nuestra visión de negocios es de largo plazo, pues nuestro grupo nació en 1934 y esperamos que perdure por muchos años, de manera que la visión de estos negocios debe ser más allá de la coyuntura.SEMANA: ¿Qué expectativas de negocios han visto en un año en que la política permea todas las esferas del país?J.M.V.: En 2017 tuvimos un año muy bueno, no solo en resultados económicos, sino también con la consecución de buenos proyectos. Este año estamos en una emisión de Celsia, nuestro negocio de energía, la primera desde hace cuatro años y que le está imprimiendo dinámica al mercado de valores. Para este año también estamos mirando el tema aeroportuario, en el que vemos una gran oportunidad a través de Odinsa. En general, estamos mirando qué opciones hay en todos los negocios en los que participamos. Si bien no hay operaciones concretas por ahora, somos una organización dinámica, que siempre está atenta a las señales del mercado.
ARGOS
Justicia, la reforma prioritaria
El país debe aprender a competir como destino de inversión y para lograrlo, es necesario revisar si las tarifas corporativas son las adecuadas, dice el presidente del Grupo Argos, Jorge Mario Velásquez.
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21 de mayo de 2018, 7:53 a. m.