La cerveza y el vino son bebidas alcohólicas que para muchos resulta más agradable consumirlas frías, pero por falta de tiempo o imprevistos se puede presentar que estas no estén a una temperatura deseada.

No obstante, afortunadamente existen algunos métodos para lograrlo en menos de cinco minutos, pero es importante señalar que las dos bebidas tienen diferentes rangos de temperatura ideales.

El vino y la cerveza son bebidas alcohólicas. | Foto: © 2019 Jose A. Bernat

Así las cosas, para enfriar la cerveza y el vino, las recomendaciones son:

La toalla y el congelador

  • Envolver la cerveza en una toalla húmeda, pero hay que asegurarse de que la toalla cubra toda la superficie de la botella o lata.
  • Colocar la cerveza envuelta en la toalla en el congelador.
  • Dejar la cerveza en el congelador durante aproximadamente cuatro minutos.
  • Retirar la cerveza del congelador y desenrollar la toalla.

Hielo y sal

  • Llenar un recipiente grande con hielo picado.
  • Agregar sal al hielo, ya que la sal reduce la temperatura de congelación del agua, lo que hará que el hielo se enfríe aún más.
  • Colocar la cerveza en el recipiente con hielo y sal.
  • Girar la cerveza regularmente para asegurarte de que se enfríe de manera uniforme.
  • En unos cuatro cinco minutos, la cerveza estará lista para disfrutar.

Tipos de cerveza

Según el grupo Sanitas de España existen diferentes tipos de cerveza.

  • Cerveza sin alcohol: el volumen de alcohol de las marcas más conocidas oscila entre un 0,6 % y 0,9 %.
  • Cerveza 0,0: aparentemente, no deberían llevar nada de alcohol, pero lo cierto es que sí: entre 0,01 % y 0,07 %.
La cerveza aporta calorías vacías, ya que no tiene nutrientes. | Foto: Getty Images

Beneficios del vino

El portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que los beneficios del vino son:

  • “Disminuir el riesgo de aterosclerosis, ya que contribuye al aumento de los niveles de colesterol llamado ‘bueno’ o HDL, además de ayudar a disminuir los niveles de colesterol llamado ‘malo’ o LDL, en la sangre.
  • Prevenir el cáncer, gracias a sus propiedades antioxidantes que combaten los radicales libres.
  • Ayudar en el tratamiento de enfermedades crónicas, como artritis o problemas en la piel, gracias a su acción antiinflamatoria y antioxidante.
El vino tinto puede cambiar el tono de los dientes si se consume en exceso y no se lava la boca después de ingerirlo. | Foto: &#169 Brian Hagiwara/FoodPix
  • Prevenir trombosis, derrames y accidentes cerebro vasculares, por tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que evitan la oxidación de las células de grasa y la formación de placas en las arterias.
  • Fortalecer el sistema inmunológico, por contener propiedades antiinflamatorias y prebióticas que mejoran la calidad y cantidad de las bacterias beneficiosas para la salud intestinal y fortalecen el sistema inmune”.

Ahora bien, es importante señalar que estas son bebidas que contienen alcohol, por lo que no se recomienda consumir en exceso, ya que puede contribuir en algunos problemas de salud, como cáncer, alcoholismo y presión alta.

Asimismo, no debe ser consumida por menores de edad, ni por personas que tienen que conducir un vehículo.