Sin duda, uno de los hongos más populares y consumidos en los países occidentales es el champiñón. Gracias a sus múltiples propiedades y beneficios en la salud, este vegetal aporta vitaminas, como niacina y tiamina, riboflavina y ácido fólico, y minerales, entre los que se destacan potasio, fósforo, calcio y selenio.

Asimismo, predominan los macronutrientes, como la proteína y el carbohidrato.

Esta verdura se ha convertido en un gran aliado en la cocina, gracias a su versatilidad y diferentes formas que tiene de preparación.

Sin embargo, es importante saber reconocer entre un champiñón en buenas condiciones y uno que no es apto para el consumo de las personas, ya que olor, color y textura tienen un significado.

Con el objetivo de prevenir y evitar a toda costa que estos vegetales puedan oxidarse o dañarse y que terminen en el bote de basura, la clave es guardar estos alimentos en la parte menos fría de la nevera, en un recipiente forrado con papel absorbente para que evite la humedad, uno de sus mayores enemigos.

Los champiñones deben ser guardados alejando todo tipo de humedad. | Foto: Getty Images

A su vez, cuando se vaya a adquirir este alimento, lo correcto es comprarlos frescos y enteros; consumirlos antes, en lo posible, también permitirá que no se maduren y se negreen.

Al respecto, el sitio web Business Insider, sugirió: “Los hongos enteros pueden durar refrigerados entre 7 y 10 días, aunque depende de cuántos días hayan pasado en el estante del supermercado”.

Además, otra de las sugerencias al momento de elegir champiñones es buscar los más firmes, voluminosos y con los tallos y los sombreros intactos, sin roturas ni magulladuras. De hecho, los laminados tienen un tiempo de vida útil corto.

La importancia de lavar los champiñones antes de hacer alguna preparación. | Foto: donstock

¿Cómo detectar un champiñón en mal estado?

  • Alerta en la decoloración: “si aparecen puntos marrones o negros o magulladuras profundas, ya no son aptos para su consumo y deberá tirarlos”.
La importancia de lavar los champiñones. | Foto: Getty Images
  • Olor agrio o a pescado: los malos olores son una evidente señal de que un alimento está podrido y ya no es comestible. “El olor de un champiñón fresco debe ser dulzón y terroso. Por supuesto, si tiene moho, también debes tirarlo a la basura”.