Algunos congresistas del Centro Democrático están cansados de denunciar el vandalismo que está saqueando la publicidad política que tienen instalada en las calles de Medellín y con la que pretenden concientizar a la ciudadanía acerca de insistir en la revocatoria de mandato del alcalde Daniel Quintero.

Específicamente se refieren a las vallas que instalaron la senadora Paola Holguín y el congresista Juan Espinal, dos de los dirigentes del uribismo que más han estado al frente de la revocatoria del alcalde paisa.

Estos avisos, según conoció SEMANA, han sido destruidos en 20 oportunidades recientemente por vándalos, al parecer inconformes con el derecho democrático que ejercen los dirigentes de derecha.

Una de las vallas donde aparecen las fotografías de Holguín y Espinal pidiendo que se defienda a Medellín ha sido destruida 10 veces. Es más, ni siquiera dura tres días instalada cuando ya es objeto de destrucción por ciudadanos que aún no han sido identificados.

Las otras forman parte de publicidad donde los dirigentes del Centro Democrático dicen “no al comunismo”.

Cada vez que la imagen de una valla es destruida, los dirigentes pagan hasta un millón de pesos por la instalación de una lona nueva, pero cuando la estructura es destruida por completo la cifra se eleva hasta 9 millones.