Es de recordar que, semanas atrás, el expresidente Álvaro Uribe señaló que en un conversatorio en la Universidad de La Sabana, que el Gobierno tenía con las manos amarradas a las Fuerzas Militares y que estas estaban en la obligación de actuar acorde a lo que dice la Constitución en defender a los ciudadanos. Según el exmandatario, existe una orden del Gobierno nacional para que se “queden quietas”.

Y dijo Uribe a la fuerza pública que: “Debe cumplir con el deber constitucional de proteger a los ciudadanos. Lo tienen que ejercer, quieran o no quieran. Es un tema muy delicado. (...) Las Fuerzas Armadas es quedarse quietas por la orden de un Gobierno de que se queden quietas, mientras ese Gobierno ha estimulado al ELN y al movimiento popular del ELN a que presionen con armas una constituyente”.

Agregó que: “No puede ser que de un lado el Gobierno esté promoviendo una lucha finalmente armada, y de otro lado las Fuerzas Armadas se tengan que abstener de proteger a los colombianos”.

Las palabras del exmandatario no cayeron bien en el presidente Gustavo Petro, quien al otro día de las declaraciones de Uribe compartió en su cuenta en X un artículo del Código Penal sobre el delito de sedición.

Este miércoles 19 de junio, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, lanzó el discurso ante la cúpula militar y de policías diciendo que hay una fuerte polarización en el país. “En épocas desafortunadas que vivimos de polarización, que es distinto a la discusión, a la controversia, estas épocas de polarización en que algunos interesados en oponer una parte de la sociedad contra otra, que inclusive pedirle a la fuerza pública, a las Fuerzas Militares, a la Policía que desconozcan su carácter absolutamente democrático”, dijo el ministro Velásquez.