El Dane reveló que la tasa de desempleo en Colombia para el mes de abril alcanzó el 19,8 %, una cifra devastadora producto de las medidas de aislamiento que se han impuesto para bajar la velocidad del contagio de coronavirus.  Si bien este resultado no fue sorpresivo para muchos, si es preocupante en la práctica, pues significa que en un mes se perdieron más de 5,3 millones de puestos de trabajo. Mauricio Santamaría, presidente de Anif, la asociación del sector financiero, calificó este resultado como "una tragedia" y explicó que esos 5 millones de empleos que se perdieron representan pérdidas en ingresos de 6 billones de pesos en los hogares colombianos. “Era lo que habíamos advertido, que se perderían 6 billones de pesos y al final de mayo sería 12,5 billones de pesos (...) hoy tenemos 16 millones de empleados que es lo mismo que ocurría cuando teníamos 40 millones de habitantes”.

Santamaría agregó que los más afectados son los informales y las personas de menores ingresos. “Es una situación que agrava la pobreza, la desigualdad. Esto me dejó atónito, pero tiene que servir para abrirles los ojos a las autoridades sobre que el tema de (la reapertura de) la economía debe darse. Esto no es un chiste”.Para el presidente de Anif es preocupante que se prolonguen las medidas de aislamiento, mientras que el pico de la pandemia se va posponiendo, pues la recuperación será muy lenta.“Ya no es en junio o julio sino en agosto y el peor de los mundos es que el pico va a ser tardísimo y cuando llegue el pico de la epidemia la economía va a estar destruida por completo”. Santamaría considera que es urgente que se empiece a reactivar la economía, teniendo en cuenta que el gobierno no tiene la capacidad de reemplazar la actividad económica vía subsidios.

Santamaría se refirió al caso particular de Bogotá y considera que no se aprovechó la cuarentena para fortalecer el sistema de salud. “Llevamos 2 meses encerrados y no se hizo mucho. El gobierno distrital dijo que íbamos a llegar a 4.000 camas UCI. Después que no porque era demasiado y que el mismo modelo epidemiológico decía que ser requerían 2.000 y hoy tenemos 1.200 y la mayoría son del sector privado. El caso es que perdimos 5,5 millones de empleos, no se adecuaron las UCI en Bogotá y seguimos encerrados”. Finalmente, hizo una comparación con la crisis que se presentó en 1999 y explicó que, aunque en esa ocasión el desempleo alcanzó el 22 %, era focalizado y estaba claro qué políticas debían adoptarse para atacar la crisis. Hoy el problema es generalizado. “Todos los días se quiebra una nueva empresa, alguien ya no puede pagar el salario y, además, se alimenta a sí mismo. El colegio que no tiene estudiantes no compra más comida, no contrata más transporte y el de la comida ya no compra sus insumos ni contrata las personas que le cocinan. Esta es una cadena que se está agravando minuto a minuto”.