Por fin, después de años de ser criticado por las finales perdidas en los ediciones anteriores, este domingo 18 de diciembre, Lionel Messi y Argentina se coronaron campeones del mundo después de 36 años de sequía. Con una definición dramática, la albiceleste se llevó el trofeo con un marcador de 4-2 en los penales.

El gran arquero, Emiliano Martínez, más conocido como el Dibu, fue nuevamente la gran figura después de atajar uno de los cuatro penales pateados por Francia, dándole así la Copa del Mundo a su país.

Messi fue el encargado de abrir la cuenta desde los doce pasos con un cobro magistral. Seguido a él, Leandro Paredes, Paulo Dybala y Montiel fueron los autores de poner su nombre en la historia como campeones del mundo.

Luego de ello, el astro argentino se envolvió en lágrimas y arrodillado en la mitad del campo de juego se abrazó con Paredes para gritar por primera vez en su carrera que es campeón. Otros jugadores como Emiliano Martínez, Rodrigo De Paul y hasta el cuerpo técnico de Lionel Scaloni también rompieron en llanto por lo conseguido.

Lionel Messi, jugador Argentina. | Foto: REUTERS

“Tener la posibilidad de ganar un Mundial con mi país no tiene precio. Mi familia vino aquí, es algo que nunca voy a olvidar en mi vida”, dijo Enzo Fernández entre lágrimas.

“Era muy importante que nosotros consiguiéramos esto, me siento muy orgulloso de mis compañeros. Fue un proceso muy largo, gente que se quedó por fuera por lesiones”, dijo Paredes junto a Fernández.

“Somos campeones del mundo”

Vestido con una túnica negra, típica del mundo árabe, Lionel Messi alzó la Copa del Mundo este domingo en el estadio de Lusail en Doha, donde Argentina venció en penales a Francia (4-2, tras empatar 3-3) en una final de leyenda.

El ‘10′, considerado el mejor jugador del torneo, hizo estallar en júbilo al majestuoso estadio catarí, donde buena parte de los 88.966 asistentes hicieron fuerza para que ganara su primer título mundial, el tercero de Argentina.

“¡La concha de tu madre, somos campeones del mundo!”, dijo un Messi dichoso desde un micrófono del recinto deportivo minutos antes de acudir a la premiación.

Lionel Messi. | Foto: REUTERS

El ‘10′ saludó con esa típica frase argentina, no exenta de connotaciones negativas, a los miles de hinchas de la Albiceleste que ondeaban camisetas y celebraban el título del equipo de Lionel Scaloni.

Messi lució radiante al hablar por los parlantes y a la vez inquieto en la grama del estadio de la capital catarí, abrazándose con su compañeros y familiares.

Su esposa Antonela Roccuzzo y sus hijos Thiago, Mateo y Ciro se le juntaron en la celebración en el césped, ambientada con cumbia villera. El gran amigo de ‘Leo’, el exdelantero Sergio “Kun” Agüero, también estuvo en los festejos, cargando la copa ante los aplausos de sus excompañeros de selección.

Scaloni, el volante Ángel Di María y el portero Emiliano Martínez, que detuvo el penal de Kingsley Coman en la definición desde el punto blanco, no podían contener las lágrimas.

Al recoger el trofeo del mejor jugador de torneo, Messi tuvo su primer encuentro con el trofeo, llevado a un atril por Nery Pumpido y Sergio ‘Checho’ Batista, campeones junto a Diego Armando Maradona en México-1986.

El ‘10′ acarició la Copa dorada y, antes de seguir para una sesión de fotos, la besó tímidamente, provocando una ovación.