El mundo entero se sacudió hace dos semanas cuando el juez Thomas Penfield Jackson emitió su fallo antimonopolio contra Microsoft. Y el tema no era de poca monta: 150 millones de personas en todo el mundo prenden su computador y ven el logotipo de la empresa centellear frente a sus ojos. Por supuesto, Colombia no es la excepción. A pesar de la crisis las ventas de Microsoft crecieron en el país en 44 por ciento este año.Lo que todo el mundo en el planeta se pregunta es cuáles serán las consecuencias de este episodio para los usuarios. Y la respuesta parece ser bastante simple: muy pocas. En primer lugar, porque es probable que haya un acuerdo entre la empresa y el gobierno antes de que se presenten consecuencias legales concretas. Además el proceso de apelación del fallo demoraría cerca de dos años. Y si al final de todo ese proceso el gobierno queda facultado para tomar medidas contra la empresa, éstas tampoco los afectarían. A pesar del entusiasmo por parte de los detractores de Microsoft la semana pasada Bill Gates parece tener más vidas que un gato.Esto se debe a que las alternativas que ofrece la ley antimonopolio tendrían un efecto limitado. La primera, y más obvia, sería la de dividir a la empresa, como se hizo con AT&T hace varios años. El problema es que Microsoft no es una empresa tradicional, con activos conformados por maquinaria o infraestructura. El valor de Microsoft está en su capital humano, y el principal de ellos se llama Bill Gates. Como el gobierno no puede dividirlo o clonarlo, con seguridad en el mediano plazo la empresa en la que permanezca Gates devorará a las demás. La segunda sería obligar a Microsoft a entregar los códigos de interfaz de Windows como un bien público, de tal manera que cualquier empresa pudiera producir su propia versión. El problema es que los programas de computador ya son lo bastante complicados para que haya cientos de versiones diferentes circulando por ahí. Lo más probable es que Microsoft siga siendo el rey en esas circunstancias porque con su capital humano y capacidad de innovación intactas tendría ventaja sobre las demás. La última, y quizás la más probable de todas, sería tratar de obligar a Microsoft a 'portarse bien', evitando que Windows incluya el navegador Explorer y regulando su relación con los productores de PC. Algo fácil de decir pero muy difícil de hacer, básicamente porque la velocidad con la que evoluciona la industria de la computación haría que las normas se hicieran obsoletas más rápido de lo que pueden ser redactadas.Entonces, ¿qué se puede hacer? Una vez más la respuesta es: muy poco. Y la razón es que se está tratando de aplicar una ley antimonopolio de 1896 a una empresa montada en el bus del próximo milenio. ¡Click!Lo más curioso de todo esto es que Gates ya se había adelantado a todo esto. Y por ello, a pesar de que Microsoft es la empresa más valiosa del mundo, decidió hace dos meses hacer borrón y cuenta nueva y reinventarla por completo. Microsoft ya no se va a encargar de hacer paquetes de software, como Windows u Office, y venderlos. Por el contrario, está en el proceso de convertirse en una empresa de servicios. Tal cual. Lo que se busca es facilitarle la vida a la gente para trabajar o divertirse en cualquier lugar del mundo y a través de cualquier aparato. Gates está convencido de que en poco tiempo todos los equipos, como el computador personal, el teléfono celular, el televisor, la lavadora, el carro y hasta el reloj de pulsera, hablarán un mismo idioma, conectados en forma inalámbrica a través de Internet. Cada persona tendrá un tablero digital personalizado, que lo acompañará a todas partes, en todos los aparatos que posea. Desde allí controlará toda su vida, recibirá las noticias que le interesan, las cifras al día de su competencia y de su propia empresa, sus planes de vacaciones, lo que hizo su hijo en el colegio hoy, etc. Y podrá comunicarse con sus colegas de trabajo en forma digital y hacer reuniones sin paredes en tiempo real. Todo ello programado a gusto del usuario y administrado por Microsoft.En un futuro cercano el ruido dentro de Internet será tan abrumador que encontrar lo que se busca será toda una odisea. Y Bill Gates está convencido de que la misión de su empresa será la de prestarle a la gente el servicio de organizar la vida para maximizar el rendimiento en el trabajo y al mismo tiempo darle mucho tiempo libre para hacer otra cosa.Lo anterior no es posible si los programas no se vuelven más sofisticados y a la vez fáciles de usar. Y la única forma de lograr ambas cosas es que sean inteligentes. De allí que Microsoft esté apostando todas sus cartas a desarrollar la inteligencia digital. Para los expertos en investigación de Microsoft su tarea estará terminada el día en que el computador entienda la diferencia entre cuándo le están hablando en serio y cuándo en chiste. Y que además se ría solamente de los chistes buenos. Tal vez por eso el que ríe de último...
TODOS CONTRA BILL
A pesar del duro fallo de la justicia estadounidense Bill Gates guarda varios ases bajo la manga.
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13 de diciembre de 1999, 12:00 a. m.