La billetera de los colombianos está asfixiada con los precios de los alimentos y el invierno tiene mucho que ver.

Según las estadísticas de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), en lo que va corrido del año, las inundaciones han afectado a al menos dos millones de hectáreas de cultivos en todo el país, agudizando el riesgo de un posible desabastecimiento de productos, lo que a su vez podría generar más carestía.

De hecho, según las cifras del Dane, son los alimentos los principales impulsores de la inflación, variable que en octubre se situó en 12,2 %, mientras que la de los alimentos fue de 27 %. Productos como el aguacate, el arroz, la caña, el maíz, la yuca, la papa; frutas como banano, café, cacao, están entre las que más se han visto afectadas por el clima.

Se juntó todo

El agro es uno de los ejes claves de la política que pretende implementar el gobierno de Gustavo Petro, para impulsar un nuevo modelo de desarrollo productivo, pero, por ahora, no están dadas las circunstancias para que el campo despegue con la fuerza que requiere ese objetivo.

De hecho, Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) advierte los varios riesgos que hay sobre la actividad agrícola. “La tormenta perfecta sigue estando sobre nuestro sector, porque ahora, pensando en lo que resta del año, el dólar rompió la barrera de los 5.000 pesos, las lluvias se agudizan en diferentes zonas del país y la demanda de alimentos aumenta por la cercanía de la temporada de fin de año”.

El dilema con el aguacate

Algunos cultivos están más afectados que otros y los de aguacate, además de un clima poco favorable para su producción, enfrentan también otras dificultades relacionadas con el invierno: el deterioro de las vías. Jorge Enrique Restrepo, director de Corpohass explicó en SEMANA el panorama de este producto para el próximo año: “Muchas de las zonas de producción están ubicadas en sitios que tienen vías terciarias, y la red de esas vías ha estado muy deteriorada, porque si las condiciones eran malas antes de que llegara este invierno, hoy -en muchos casos- es imposible sacar la fruta de los predios en los que se cultiva, sin afectar la calidad con la que llega al mercado”.

Pérdida de yuca, papa y maíz por cultivos inundados. | Foto: Captura de vídeo

A ello se le agrega que, con este cultivo se requieren ciertos cuidados. “Si el día anterior llovió, no se puede cosechar, entonces en Colombia, que completamos dos años seguidos de lluvias, empiezan a sentirse los impactos en el producto.”

Restrepo se refiere a las variaciones que sufre el cultivo cuando logra salir a venta, principalmente para exportar. Características de color, aroma y sabor pueden afectar su valor en los mercados internacionales. “yo no conozco un solo producto del agro que en una adversidad de lluvias como la del presente se beneficie, nosotros la pasamos mal, pero no somos los únicos”, dice.

De hecho, este año la producción del café, uno de los productos agrícola que son insignia de la exportación, ha tenido una caída del 12 % en producción. Incluso, ya se habla de la posibilidad de una cosecha por debajo de los 12 millones de sacos, nivel que no se veía desde hace una década.

Aunque a los cafeteros los ha ayudado el precio del grano, tanto interno como externo, ya empieza a desacelerarse. En los últimos días, la libra de café colombiano se ha cotizado en la Bolsa de Nueva York en alrededor de 1,70 dólares, casi un dólar menos que el precio que se llegó a tener a comienzos de este año.

Exportaciones que aún no son robustas

Con una menor producción también caen las exportaciones y, en el caso del aguacate hass, tiene impactos adicionales porque no es un producto completamente posicionado en el mercado internacional.

Restrepo dice que “el aguacate hass algo que todavía no es del día a día de la canasta familiar. Entonces sí el consumidor tiene que empezar a sacrificar compras en el supermercado, posiblemente corte el aguacate”.

Pero no todo es malo, una de las ventanas de oportunidad es precisamente esa caída en mercados internacionales, pues “la promoción del consumo interno es una gran oportunidad también independiente del comportamiento de los mercados. A Chile ya le pasó, era netamente exportador y fue promoviendo el consumo interno a tal punto que la mayoría de la fruta ya se consume y la pagan muy bien en el interior del país”, expresa el director de Corpohass.

Así van las ventas externas del agro

Colombia no solo requiere producir para garantizar la seguridad alimentaria, sino para exportar y lograr así equilibrar la balanza comercial que está inclinada más hacia las importaciones, lo que genera un déficit en la cuenta corriente.

Y los números de las ventas externas empezaban a dar señales de recuperación. Con corte a septiembre de este año, las exportaciones de productos primarios representaron el 37,3 % de las no mineras y crecieron 30 % al compararlas con igual periodo del 2021. Se destaca el café sin tostar, con el 26,3 % de crecimiento en exportaciones. De igual manera, el banano y los plátanos, con el 47,9 % de aumento. En la misma línea están las flores (28,6 %); la carne bovina congelada (14,4 %); el aguacate hass (53,6 %); los filetes de tilapia (147,9 %) y la lima Tahití (61,3 %).