La ola de bancos que se han sumado a las rebajas en las tasas de interés para fomentar la toma de créditos, casi que ya incluye a todas las grandes entidades del sector financiero que hacen parte del segmento comercial en Colombia.

Tras esa sumatoria, que inició con Bancolombia, el primero que abrió la fila para que los créditos sean más accesibles, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, anunció que vienen más medidas.

El objetivo, según el funcionario, es que se impulse la economía popular, como una de las políticas claves del Gobierno del presidente Gustavo Petro.

La política monetaria aplicada por el Banco de la República, para tratar de contener la escalada de la inflación, ha llevado a incrementar las tasas de interés de referencia, las que finalmente llegan a la banca comercial con aumentos exponenciales. De hecho, la tasa de usura, que es el máximo valor que le pueden cobrar a un usuario de un crédito, está en 46,26 %, y algunas entidades financieras estaban cobrando al tope.

En realidad, lo que se busca cuando el Banco de la República aprieta con las tasas de interés, es el enfriamiento de la economía, es decir, que la gente baje un poco el consumo, principalmente con créditos, para que los precios no se suban tanto, pues, de acuerdo con la ley de oferta y demanda, si el consumidor está comprando mucho, pero el productor no está poniendo la suficiente cantidad de productos en el mercado (justamente para protegerse de la inflación), se terminan aumentando los precios.

Luego del anuncio de Bancolombia, según el cual, bajaba las tasas de interés del 46 al 25 % efectivo anual, el presidente de la República, Gustavo Petro, pidió a los otros bancos sumarse a la iniciativa.

En respuesta, empezó la ola de mensajes, a través de los cuales, las entidades bancarias se iban sumando, al punto en el que ya, prácticamente todos los grandes bancos están montados en los descuentos. De hecho, Davivienda y Banco de Bogotá aplicarán una rebaja que va del 46 al 20 %, mientras que el Banco de Occidente bajará hasta el 57 % para la compra de alimentos.

Según expresó Juan David Ballén, director de análisis económico de Casa de Bolsa, “es una buena estrategia, las tasas de interés están en su nivel más alto desde los años 90, reducir las tasas disminuye la probabilidad de que la mora se eleve y que la calidad de la cartera se deteriore, lo que se traduce en menos provisiones”.

Es decir, también es parte de la estrategia de negocios del sector financiero, pues, los bancos tienen plata y es para prestar, y con los altos intereses, la gente no estaba acudiendo al crédito, en particular, había disminuido el uso de tarjetas de crédito, cuyos intereses son los que más le pegan al bolsillo de los colombianos.

Credito | Foto: Guido Mieth

¿Qué tipo de economía popular se beneficiará?

De acuerdo con lo expresado por Ocampo, serán los negocios inscritos en la llamada economía popular, los que más se deberían beneficiar con la reducción en las tasas de interés que están aplicando los bancos. En el Plan de Desarrollo, ese concepto se definió como: “los oficios y ocupaciones mercantiles (producción, distribución y comercialización de bienes y servicios) y no mercantiles (domésticas o comunitarias) desarrolladas por unidades económicas de baja escala (personales, familiares, micronegocios o microempresas), en cualquier sector económico”.

En el fondo, el impulso a los pequeños negocios está inscrito dentro de la redistribución de la riqueza, que es uno de los conceptos que pregona el gobierno de Petro. En ese contexto, la banca juega un papel clave, pues, en el país, son los micro y pequeños empresarios los que menos acceso tienen al crédito, puesto que, al no tener con qué respaldar los créditos, de otorgárselos, les cobran mayores intereses.