Con la versión libre la semana pasada de Úber Bánquez Martínez, alias ‘Juancho Dique’, se calentó el ambiente en el departamento de Bolívar, que, a diferencia de sus vecinos, había salido bien librado del escándalo. Además de confesar 565 crímenes, el sangriento jefe paramilitar involucró políticos y empresarios. Aunque prematuro, con este testimonio pareciera que los mandos medios van a empezar a despacharse ahora que sus jefes fueron extraditados. Estas son tres perlas de su declaración: l Desmintió que al ejecutar la masacre del Salado hubieran jugado fútbol con las cabezas de sus víctimas. “Los cuerpos quedaron tirados en la cancha y los puercos y los perros comenzaron a comerse los cadáveres”, aclaró. l “Influimos en 18 municipios, más de la mitad del departamento, en las elecciones regionales de 2003 y nos beneficiamos con sus presupuestos municipales”. l Se refirió a un empresario, con gran influencia en Cardique y en la contratación pública de Cartagena y Magangué, que habría ordenado los asesinatos de varias prostitutas y que tenía líos de tierras. Prometió que en su próxima versión dará el nombre de este misterioso personaje