Es inevitable hablar del Cesar sin mencionar el vallenato. Como dice el alcalde de Valledupar, Ernesto Miguel Orozco, en esta zona del Caribe colombiano hay un vallenato para todo. Para seducir a una mujer, hablarle a un santo o a un gerente de un banco. Por eso es que una buena parte de la dinámica económica, no solo de Valledupar sino del departamento en general, gira en torno a la celebración del Festival de la Leyenda Vallenata, que este año inicia el próximo 30 de abril.

“Hay un imaginario de afuera para adentro, pero aquí en el territorio todos estamos conectados de una forma u otra. Por ejemplo, yo estudié con Omar Geles y me crié en el mismo barrio de Diomedes Díaz. De hecho, queremos convertir el Colegio Nacional Loperena en un museo, porque allí estudiaron en el mismo salón Rafael Orozco y Diomedes, Ivan Ovalle y Emiliano Zuleta; Alfonso ‘Poncho’ Cortés fue profesor. Los hijos de Escalona están buscando rescatar todo lo de su papá”, contó el alcalde Orozco.

También Elvia Milena Sanjuán Dávila, gobernadora del Cesar, quiere contribuir a la narrativa vallenata con la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata, con el fin de que quienes lleguen a la ciudad puedan aprender más del género y salir con ganas de ir a escuchar una parranda bajo una mata de mango, árbol emblemático de Valledupar.

Sin embargo, tanto el alcalde de Valledupar como la gobernadora y los mandatarios municipales son conscientes que hay que seguir trabajando por ampliar la oferta, para que no todo se concentre en torno al Parque de La Leyenda Vallenata, sino que incluso este sea un escenario capaz de recibir grandes conciertos, de diferentes géneros.

A la par, el departamento trabaja por fortalecer el turismo hacia otros municipios con potencial por sus bellezas naturales y oferta ecoturística, como Pueblo Bello, en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde comunidades indígenas hoy producen de forma exitosa café, cacao, panela y avanzan en procesos para comercial un ron local.

De acuerdo con la gobernadora también es fundamental garantizar la seguridad y los servicios básicos en Valledupar para atraer inversiones. “Esta ciudad empezó siendo una ciudad sorpresa del Caribe, deslumbró a todos en su arranque; pero por varias circunstancias, transversales a toda la Costa, se detuvo el progreso. Hoy queremos sacarle el mayor provecho a sus fortalezas: su gente, el río, la gastronomía. Hay que repensar territorio a partir de su potencia y orientar la estrategia hacia las oportunidades”, señaló.

Por su parte, el tejido empresarial ha ido fortaleciéndose y buscando rutas para ser más productivo. Los emprendedores han visto en la formalización un camino seguro para desarrollar sus negocios de manera más efectiva, y en este sentido la academia y la Cámara de Comercio de Valledupar vienen trabajando en capacitaciones y acompañamientos.