El 2022 fue un año complejo para el sector de los criptoactivos: la guerra de Ucrania, el alza de las tasas de interés en Estados Unidos y la posible recesión mundial, entre otros fenómenos, hicieron que este mercado ingresara en lo que se conoce como el bear market o criptoinvierno, es decir, una tendencia en la que los precios caen de manera general por un extenso periodo de tiempo.

En las fases bajistas es común que los inversores inexpertos entren en pánico extremo (medido por el Fear and Greed Index) y decidan vender sus activos para migrar a otros mercados más “seguros”.

Así lo explicó Iñaki Apezteguia, un educador y comunicador cripto argentino, en conversación con Forbes. “Se genera la sensación de que se va todo a cero o que tiende a desaparecer y eso genera una salida de muchísima gente para volcarse al mercado tradicional, el cual obviamente también tiene ciclos bajistas pero al ser más conocidos, tener más regulación, contar con acompañamiento institucional de larga data, la gente tiene la sensación de estar más segura”, expresó.

En este momento, el mercado de las cripto se encuentra en uno de estos ciclos bajistas, lo cual, para muchos expertos, no es del todo negativo porque funciona como una especie de purga donde los proyectos mal estructurados tienden a desaparecer.

Sin embargo, plataformas como CoinsPaid aseguran que el mercado de criptodivisas podría estar entrando en la fase final del criptoinvierno al registrar 2.900 millones de dólares en volumen de transacciones de criptodivisas en el primer trimestre de 2023.

En estos momentos el mercado cripto está en un ciclo bajista que comenzó hace una año, sin embargo, para muchos expertos, esto no es del todo malo porque funciona como una especie de purga donde los proyectos sin estructura tienden a desaparecer. | Foto: Cortesía - CryptoMarket

Ahora, con la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el colapso del exchange FTX, el universo cripto parece vivir uno de los momentos de mayor impulso para encaminarse, como muchos inversionistas esperan, en el bull market, con lo que comenzaría una recuperación gradual de los precios.

“Tenemos buenas expectativas para el escenario que se está desarrollando para el mercado de criptodivisas y creemos que estamos entrando en una nueva fase de crecimiento y madurez para el mercado en su conjunto. Creemos que los activos digitales tienen el potencial de ganar protagonismo en medio de los impactos que ha sufrido el sistema financiero tradicional, ya que la economía digital pretende dar más autonomía a los usuarios y la gente puede crear escepticismo hacia los bancos tradicionales”, afirmó Max Krupyshev, cofundador de CoinsPaid.

Cabe destacar que marzo comenzó de forma positiva para las criptomonedas. Bitcoin, la reina de las cripto, tuvo un incremento aproximado en su valor del 18% en la primeras dos semanas del mes que corre. Esto, por supuesto, genera la expectativa de crecimiento para otras divisas.

Asimismo, CoinsPaid destacó el aumento del 19% en el volumen global de transacciones de stablecoins (monedas estables) el año pasado, superando los 7,2 billones de dólares, con los inversores buscando en estas monedas un refugio seguro.

Las stablecoins son activos que tienen un valor equivalente al dólar estadounidense, cada uno de ellos es emitido en una blockchain (cadena de bloques) y está respaldado por un dólar real que, a su vez, se encuentra en depósitos fiduciarios para así asegurar su equivalencia en todo momento.

Ahora, con la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el colapso del exchange FTX, el universo cripto parece vivir uno de los momentos de mayor impulso para encaminarse, como muchos inversionistas esperan, en el bull market, con lo que comenzaría una recuperación gradual de los precios. | Foto: Getty Images

En este contexto, las stablecoins ayudan a proteger a los usuarios de la volatilidad de las criptomonedas y de la variación del valor. Esto permite a los inversionistas ahorrar su dinero vía una moneda alternativa que no es controlada por un gobierno o un banco central. Una buena posibilidad de inversión en tiempos de devaluación de algunas monedas latinoamericanas y de alta inflación.

“Entendemos que lo ocurrido con SVB suscita ciertas dudas sobre el mercado de las criptomonedas, sin embargo, cuando observamos el creciente número de posibilidades de uso y el número de personas que se suman a las criptomonedas, se refuerza el potencial de este mercado en su conjunto y se arroja luz sobre la necesidad de regulación. Y, a pesar de lo ocurrido con SVB y también con Signature, esto debería acelerar el proceso de regulación no sólo para proteger el sistema financiero, sino también a quienes poseen criptodivisas”, concluyó Krupyshev.