Casi todos los productos de la canasta de alimentos de todo hogar en Colombia han sido afectados por la inflación, a pesar incluso del aumento del salario mínimo, que fue del 10 %, un hecho recalcado como histórico desde muchos sectores y polémicamente estratégico desde otros.

Lo cierto es que, de acuerdo con el Dane, el 93 % de esta base ha incrementado su valor, lo cual ha planteado un reto para la gestión de las finanzas del hogar. En este escenario, la llegada de la prima de junio —un dinero que todo empleado recibe como derecho por haber trabajado el primer semestre del año o, en su defecto, que recibe de manera proporcional al tiempo laborado— es vista como una buena oportunidad para completar las compras de la canasta familiar.

Seguramente lo sea, pero hay que invertir ese dinero de manera inteligente, no importa que se trate de mercado. Algunos consejos son:

Comprar en supermercados con descuentos: buscar en dónde hay ofertas regularmente y aprovecharlas a menudo pasa desapercibido, pero ojear el catálogo del supermercado en el que se publican las promociones semanales o mensuales permite conseguir un ahorro.

En el caso de Makro, la gran superficie con presencia en Colombia desde hace más de dos décadas, con su campaña ‘Dueños del ahorro’ hay descuentos recurrentes: los lunes son de sorpresas, los martes son de rebajas en marcas propias, los miércoles los hay en frutas y verduras, los jueves tiene en los productos para los desayunos y los viernes incluye licores y charcutería, explica la compañía.

En el caso del fin de semana, los sábados son de asados y por eso se ponen a disposición de los clientes cortes de res de parrilla, mientras que el domingo es el día de la pescadería y charcutería.

Las cantidades sí importan: el consumo de ciertos alimentos es diferente según cada familia, presupuesto y necesidad. En el caso de los hogares grandes, comprar en una amplia cantidad permite tener acceso a precios de “mayorista” o, por lo menos, mejores precios si se va a cadenas como PriceSmart y Makro.

Consumir marcas propias: aunque hay recelo frente a las marcas propias —por consideraciones diferentes, a veces relacionadas más con apariencia que con funcionalidad o calidad—, la mayoría de grandes superficies desarrolla productos de marca propia cuyos precios suelen ser más competitivos y que sirven para clientes profesionales, como bares o restaurantes, y para familias que pueden favorecerse de la cantidad con calidad y buen precio.

Buscar campañas: las campañas de las marcas buscan, no solo fortalecer la estrategia de venta y marketing de las empresas, también el beneficio de sus clientes. En el caso de las grandes superficies de alimentos, por ejemplo, tienden a darles a sus clientes la posibilidad de ahorrar. Para atraer o retener a esos clientes, recurren a la omnicanalidad o al ahorro por cantidad y por unidad, es decir, que entre más compre un cliente, más económica va a ser la siguiente unidad comprada.

El consumo de ciertos alimentos es diferente, según cada familia, presupuesto y necesidad. En el caso de los hogares grandes, comprar en una amplia cantidad permite tener acceso a precios de “mayorista” o, por lo menos, mejores precios si se va a cadenas como PriceSmart y Makro. | Foto: Derechos de fotografía autorizados por Makro

Productos congelados y frescos: en ocasiones, las comidas envasadas que ya vienen cocinadas o que están preparadas para descongelar son más asequibles. En la oferta de la cadena retail hay productos de calidad —hay que diferenciar que no todo producto envasado, congelado o precocido es de mala calidad o representa un riesgo para la salud— entre los que se destacan apanados, empanadas, pasteles, frutas, verduras, pulpas, carnes, proteínas, entre otros.

Sin embargo, si esos no son una decisión de consumo en el hogar, se puede aprovechar las ofertas de productos frescos. Hay marcas como Carulla, por ejemplo, que establecen un día a la semana para ofrecerles a sus clientes ofertas en este tipo de productos. Eso sí, es clave pensar si su consumo se realizará antes de que se eche a perder para así optimizar el ahorro.