Bajo el calor de las luces y el estridente sonido de las guitarras la irreverente Babe sale al escenario. Enfundada en un atrevido atuendo de cuero, que deja al descubierto sus senos, la cantante de Rockbitch da inicio a su ritual artístico.Al compás de la música y ante la mirada lujuriosa de un público que le grita todo tipo de obscenidades, la atractiva mujer comienza a bailar provocativamente.La temperatura del concierto sube cuando aparecen Amanda, Luci, Julie, Nikki, Jo y The Beast quienes combinan la interpretación de las canciones con la representación en vivo de diferentes prácticas sexuales. Durante las presentaciones las seis mujeres, cinco lesbianas y una bisexual, tienen la misión de excitar a los espectadores, y para lograrlo no tienen ningún reparo en desnudarse, masturbarse y realizar sexo oral entre ellas. The Beast, el único hombre, es el encargado de seducir a las jóvenes y participa activamente en los agresivos juegos eróticos. El show es tan fuerte que ni siquiera los asistentes se libran de participar en él. Prueba de ello es el concurso del condón dorado. La original prueba consiste en arrojar un preservativo al auditorio y la persona que logre atraparlo, sea hombre o mujer, tiene derecho a subir al escenario y tener relaciones sexuales con Luci. El acto tiene lugar detrás de bastidores mientras el grupo ejecuta una canción para animar a los amantes.Como el tiempo para este encuentro íntimo es tan corto Rockbitch ha lanzado una nueva versión denominada el condón de platino, en la que el ganador, escogido al azar entre una lista de asistentes a los conciertos, recibe como premio una noche de pasión desenfrenada con tres de las integrantes del grupo. Pero si su puesta en escena es escandalosa sus canciones lo son aun más. Títulos como Whore of Satan (Prostituta de Satán), Child porn (Niño porno) y Piss drip (Orinada) les han costado el rechazo de varios grupos religiosos que acusan a Rockbitch de promover la relajación de la moral. Las autoridades no se han quedado atrás y en numerosas oportunidades han utilizado la policía antimotines para prohibir las presentaciones. El caso más extremo ocurrió hace unos meses, durante un concierto en Gales, cuando varios sacerdotes se acercaron al recinto donde se realizaba el evento para exorcizar a los 'pecaminosos' artistas. El rechazo que generan es tal que ni siquiera los países más liberados en materia sexual los aceptan de buena gana. Así quedó demostrado en Noruega, en donde fue cancelado un show luego de que Babe recreara sugestivamente una micción.Sin embargo las críticas y amenazas no han logrado hacerles mella. "Nuestros pronunciamientos son muchas veces censurados por la prensa. Es una lástima. No usamos drogas, bebemos poco y solo una de nosotras fuma. Para nosotros sólo se trata de sexo y rock & roll", declaró Babe durante una rueda de prensa en Holanda. Convencidos de que el sexo es el motor del universo los integrantes de Rockbitch han creado en la localidad francesa de Metz una comunidad en la cual viven plenamente su sexualidad. Habitada en su mayoría por mujeres, la comunidad se rige estrictamente bajo el régimen matriarcal y cada uno de sus miembros debe cumplir al pie de la letra los preceptos que allí se indican. El primer mandamiento es encontrarse a sí mismo mediante el placer, y para ello es necesario acumular el mayor número de relaciones sexuales con parejas diferentes. La monogamia está prohibida y cualquier tipo de represión de la libido es pecado.La comunidad funciona en un antiguo monasterio católico y para pertenecer a ella los interesados deben pasar por un período de prueba en el que, además de realizar los oficios de la casa, se les obliga a satisfacer los caprichos sexuales de los maestros. Tanto es así que cuando una de las mujeres no se quiere acostar con alguien el novato está en la obligación de hacerlo.A Rockbitch le importan poco las críticas sobre su comportamiento y menos las reacciones contra sus creaciones musicales. Lo que más les interesa es divulgar su mensaje sexual, una locura que hace ver el escandaloso Woodstock de los años 60 como un juego de niños.