Se sabe mucho y nada. El tiempo pasa y el homicidio contra Jaime Garzón sigue sin esclarecerse. Faltan pocas horas para cumplirse 16 años del crimen y lo único que se ha conocido es que las autoridades agregaron tres nombres a la larga lista de presuntos responsables del magnicidio. Desde una cárcel en Miami (EE. UU.), el extraditado jefe paramilitar Diego Fernando Murillo, 'Don Berna', amplió esta semana las conocidas declaraciones que ha entregado a la Fiscalía sobre la muerte del recordado periodista. Entre los aspectos más reveladores, ‘Don Berna’, confesó que tres altos mandos militares estarían vinculados en el asesinato cometido en 1999: los generales (r) del Ejército Enrique Mora Rangel, Harold Bedoya y el entonces mayor de la Policía Mauricio Santoyo.   No es la primera vez que los testigos del caso vinculan miembros de las Fuerzas Armadas con el homicidio. En el 2011 los abogados de la familia que llevan el proceso le pidieron a la Fiscalía vincular como posibles instigadores del crimen a los generales retirados Bedoya y Mora, además de Rito Alejo del Río. “Garzón venía siendo víctima de hostigamientos y temerarios señalamientos por altos mandos de las Fuerzas Militares, en particular del general Jorge Enrique Mora Rangel, quien tildaba al periodista de ser amigo de la guerrilla”, le dijeron los juristas a SEMANA en el 2012 (Ver: Los nombres del caso Jaime Garzón). Aunque el presunto vínculo del general (r) Mora con el caso de Garzón toma a más de uno por sorpresa, no es la primera vez que se rumora su nombre entre los investigadores que llevan el caso. Durante la audiencia de formulación de cargos a ‘Don Berna’, un magistrado pidió que se investigara a los oficiales mencionados no hace más de una semana por el exjefe paramilitar (Ver: Magistrado pide investigar a Mora y a Bedoya por asesinato de Jaime Garzón). Según reveló hace algunos años este portal, entre las pruebas que los abogados tienen está una carta fechada el 22 de mayo de 1998 en la que Garzón le escribió a Mora Rangel: “General, no busque enemigos entre los colombianos que arriesgamos la vida a diario para construir una patria digna, grande y en paz, como la que yo quiero y por la que lucha usted”. En ese momento, Garzón buscaba la liberación de los secuestrados y destrabar el proceso de paz con el ELN. De ahí que entre las pruebas también se cuente con un cable de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá en la que una fuente asegura: “Garzón le contó que había organizado una reunión con el general Mora por la reacción negativa de este ante los esfuerzos de Garzón para ayudar en una posible negociación entre el Gobierno y la guerrilla del ELN. El general Mora no se presentó a la reunión y en su lugar envió al general (r) Rito Alejo del Río”. Este último oficial fue llamado a entregar versión libre, pues para la época de los hechos, era comandante de la brigada XIII, con sede en Bogotá. Además, porque fue superior del coronel -también retirado- Jorge Eliécer Plazas Acevedo, quien era el jefe de inteligencia de la unidad militar y fue acusado por el asesinato de Garzón. La participación que hayan podido tener miembros militares en el caso ha generado graves cuestionamientos sobre el curso que ha tomado la investigación en más de una década. Incluso, hace exactamente un año, Semana.com conoció las 47 páginas del recurso instaurado por el abogado principal de la familia, Luis Guillermo Pérez, en donde señala que “está demostrado que el magnicidio fue decidido por altos miembros de la cúpula militar y ejecutado por bandas paramilitares al servicio de Carlos Castaño”. Dentro de las principales pruebas en el escrito se pone de presente un comunicado difundido el 29 de noviembre del 2000 por integrantes de la banda ‘La Terraza’ -organización de sicarios al servicio de Carlos Castaño- con respecto al asesinato de Garzón, que indica que este fue fraguado desde las más altas esferas de la cúpula militar (Ver: “Crimen de Garzón lo decidieron miembros de la cúpula militar”). El nombre del general (r) Mora toma especial relevancia por tratarse de uno de los plenipotenciarios del Gobierno en La Habana. Como se ha dicho, un hombre indispensable para construir la confianza que requiere el proceso de paz desde dos estratégicos sectores: los militares y los empresarios. Su presencia en la isla ya ha dejado acuerdos trascendentales entre el Gobierno y las FARC como el desminado, trabajando desde la subcomisión para el fin del conflicto. Una mesa encargada de proponer, entre otras cosas, las directrices que acompañarían un eventual cese bilateral del fuego, además tiene el reto de proponer a la Mesa un desarme que sea creíble para la sociedad y, a la vez, digno para la guerrilla. Semana.com intentó comunicarse con el general (r) Mora para preguntarle por las declaraciones de 'Don Berna', pero pefirió no referirse al caso. Por ahora, el proceso contra los militares vinculados al caso apenas empieza. “Hay unas afirmaciones contra unas personas que son de alto rango entre las Fuerzas Militares, falta ver que arrojan las investigaciones”, dijo Carlos Guzmán, fiscal de Derechos Humanos. Este jueves, cuando el país conmemora 16 años del asesinato de uno de los más geniales periodistas que ha tenido Colombia, la investigación sigue sin arrojar resultados concretos que señalen quiénes maquinaron el homicidio de la mano del único acusado por el crimen de Jaime Garzón: el fallecido exjefe paramilitar Carlos Castaño.