La vida pasa factura, dice Michael Caine, el legendario actor británico de 84 años. En entrevista con el tabloide The Sun, Caine aseguró que el cáncer le preocupa, que la muerte lo persigue donde quiera que va y que “puedo fallecer en cualquier momento”. Aun así, aseguró que ha valido la pena, para alargar su vida, sacrificar ciertos gustos que antes lo hacían feliz. “He perdido 13 kilos y medio solo porque quiero ver crecer a mis nietos”, añadió. El actor dejó el azúcar, el gluten, el trago, y lucha constantemente con su debilidad por la tocineta. Pero no se hace responsable del milagro, pues se lo atribuye a su mujer, Shakira Baksh. Además, Caine anotó que su situación es anormal, pues participó en una guerra y esta no lo afectó tanto como el estrés que tuvo que lidiar cuando comenzó su carrera en la actuación. Curiosamente hasta 2016 se llamaba Maurice Joseph Micklewhite, pues solo entonces cambió legalmente su nombre por el seudónimo con el que el mundo lo conoce.