La vacunación se ha convertido en una poderosa herramienta contra la covid-19, pero en el mundo hay millones de personas que están en contra de los esquemas para aplicar la vacuna contra el coronavirus.

En Estados Unidos ocurrió un caso particular, en el que unos padres son parte de ese movimiento en contra de las vacunas, pero su hijo, un joven de 16 años, se vacunó, en contra de la opinión de sus progenitores.

Nicolás Montero, a diferencia de su padres se quería vacunar contra la covid-19, para hacerlo, tuvo que viajar de Bucks, Pensilvania hasta Filadelfia, “donde una regulación de la ciudad poco conocida permite que los niños de 11 años o más sean vacunados sin el consentimiento de los padres”, así lo narró el portal NPR.

“Lo que pasa con estas creencias es que se alternan día a día”, dijo Montero, de 16 años. “No es algo sólido con lo que están de acuerdo, por lo que es realmente infundado. Es como algo que ven en Facebook, y luego se lo creen completamente”, contó al mencionado portal el joven Nicolás Montero.

No todos los estados requieren el consentimiento de los padres para la vacunación. Por ejemplo, Alabama permite que los adolescentes de 14 años en adelante den su consentimiento para su propia atención médica, incluidas las vacunas, explica NPR.

“En Oregón, la edad es de 15 años. Rhode Island y Carolina del Sur permiten que los jóvenes de 16 años se vacunen contra la covid-19 por su cuenta. En Delaware, debe tener solo 12 años para recibir las vacunas relacionadas con las infecciones de transmisión sexual (ITS)”, destaca el mencionado sitio web que narró la historia de Nicolás Montero.

Según un estudio de Kaiser Family Foundation de noviembre de 2021, encontró que el 30 % de los padres con hijos de 12 a 17 años, “dijeron que definitivamente no vacunarían a sus hijos”.

Ante estas cifras de padres que no quieren vacunar a sus hijos en Estados Unidos, dos académicos de los Institutos Nacionales de Salud escribieron un artículo en The New England Journal of Medicine abogando para que los estados amplíen sus estatutos existentes, para incluir las vacunas contra la covid-19, como un tratamiento médico en el que los menores pueden dar su consentimiento.

“Trato de explicarles que las vacunas son seguras. Son efectivas”, afirmó Montero al mencionado portal. “Trato de explicar que conocemos personas que han sido vacunadas, incluso nuestros propios familiares que han sido vacunados durante meses y no experimentaron efectos secundarios. Pero nada parece afectarlos”, puntualizó.

‘NPR’ y ‘WHYY News’ confirmaron que trataron de hablar con los padres del joven para tener su versión, pero no respondieron los mensajes.

El joven también aprovechó el periódico de su secundaria para escribir un artículo de opinión, solicitando que la edad de consentimiento para las vacunas en Pensilvania se reduzca a 14 años. “Sé que esto es algo que los adolescentes de todo el país están experimentando en este momento”, comentó Montero.

Los antivacuna se han convertido en una piedra en el zapato para las autoridades que buscan minimizar los efectos de la covid-19 con la vacunación. | Foto: Esteban Vega La-Rotta / Publicaciones Semana

La rebeldía de Montero ha generado discusiones, pues Brittany Kissling, tía de Nicolás, afirmó que hay una división en su familia sobre el tema de la vacunación contra la covid-19.

Cuando los padres de Montero se enteraron que se había vacunado, “reaccionaron de la forma en que Montero y sus tías se preocuparon: Kissling dijo que la madre de Montero las culpó a ella y a su hermana por influir en su hijo y por ser lo suficientemente negligentes como para permitir que se vacunara”, explicó el portal NPR.

A pesar de las diferencias por la vacuna con sus padres, Nicolás Montero mantiene su vida normal como un joven de 16 años, quien sueña con ir a la universidad en Washington DC, en donde quiere estudiar en la facultad de derecho.