El pasado martes, la multinacional automotriz Honda dio a conocer que en medio de un plan preventivo, decidió emprender el retiro de las vitrinas de concesionarios, y de las calles, un total de 330.000 vehículos de su marca, los cuales presentan una falla en su ensamblaje que podría determinar un mayor riesgo de accidentes.
De acuerdo con la empresa de origen japonés, el error en sus vehículos se detectó en unas almohadillas térmicas que se sitúan en la parte trasera de los espejos retrovisores laterales, advirtiendo que, al existir un error en su ensamblaje, podrían provocar que eventualmente los vidrios en el espejo se puedan desprender, disminuyendo la seguridad del automóvil.
De acuerdo con el informe de la empresa, esta falla fue detectada en vehículos de las referencias Odyssey 2020-2022, Passport 2020-2022, Pilot 2020-2021 y Ridgeline 2020-2021, los cuales, de acuerdo a autoridades de tránsito estadounidense, no cumplirían así con las normas establecidas en términos de ‘visibilidad trasera’, lo que representa un problema que debe ser inmediatamente corregido.
En ese sentido, desde la empresa Honda en Estados Unidos, anunciaron que los concesionarios de la firma asumirán el valor del costo de los cambios de los retrovisores laterales, en los casos en los que estos se han desprendido ya.
En ese mismo sentido, se realizaría una revisión al parque automotor aún dispuesto en las vitrinas.
Sobre los vehículos que ya circulan en las calles, Honda ha afirmado que enviará una notificación antes del próximo 8 de mayo a sus clientes con el fin de notificarlos de la situación.
No obstante, la empresa automotriz también habilitó unos canales de comunicación a través de los que los propietarios de vehículos, de las referencias ya enunciadas, pueden comunicarse para conocer el procedimiento a aplicar.
Así, en países como Estados Unidos, los usuarios pueden comunicarse a las líneas 1-888-234-2138 o a los teléfonos directos de los concesionarios.
Europa fija fecha para decir adiós a los carros nuevos que funcionen con combustibles fósiles.
El pasado martes, 28 de marzo, puede ser considerada una fecha, sobre el papel, histórica para la lucha contra el cambio climático, más precisamente frente a la reducción de gases contaminantes, luego de que, en el marco de una reunión de ministros de Energía de la Unión Europea (UE), estos dieran su luz verde para la aprobación de una medida que establece que, a partir de 20135, quedará prohibida la venta de automóviles impulsados por combustibles fósiles.
Según recogen medios internacionales, la votación que estableció la aprobación de la medida se aprobó ‘casí’ por unanimidad, pues, de los 27 estados que componen la Unión Europea, uno, Polonia, emitió un voto negativo, mientras que otros tres; Bulgaria, Italia y Rumania se abstuvieron.
Esta decisión es considerada trascender en materia de lucha ambiental, en tanto hace parte de las estrategias planteadas o trazadas por el bloque europeo de cara a la consecución de su ambicioso objetivo de lograr la neutralidad climática para 2050.
Uno de los aspectos que rodeó esta decisión, fueron algunas trabas impuestas desde Alemania, un país de origen de muchas empresas automotrices, el cual solicitaba que se hiciera una salvedad en la norma frente a los combustibles sintéticos; no obstante, con el pasar de los meses, Alemania desistió de la propuesta.
Desde la industria automotriz se explicó en su momento que dicha lucha se enfocaba precisamente en que dichos combustibles; aun en desarrollo, permitirían que los vehículos de combustión interna pudieran seguir siendo comercializados más allá de 2035.
Así, estos vehículos solo podrán registrarse, según el ministro alemán de Transporte, si usan combustibles que sean neutrales en emisión de gas carbónico.