John Clark (1942, Reino Unido), de la Universidad de California; Michel H. Devoret (1953, Francia), de la Universidad de Yale y la Universidad de California; y John M. Martinis (1958, Estados Unidos), de la Universidad de California, recibieron el Premio Nobel de Física 2025.
El premio fue otorgado “por el descubrimiento de la tunelización mecánica cuántica macroscópica y la cuantificación de la energía en un circuito eléctrico”, según informó la Real Academia Sueca de Ciencias.
La mecánica cuántica permite que una partícula atraviese una barrera mediante un proceso llamado tunelización. En cuanto intervienen grandes cantidades de partículas, los efectos de la mecánica cuántica suelen volverse insignificantes.
Los experimentos de los galardonados, que recibirán 11 millones de coronas suecas (más de 1 millón de euros) a repartir equitativamente entre los tres, demostraron que las propiedades de la mecánica cuántica pueden concretarse a escala macroscópica.
Clarke compartió el codiciado premio con el francés Michel Devoret y el estadounidense John Martinis, dos colegas físicos que trabajaban en su laboratorio de Berkeley durante la época de la investigación en los años 80.
Los tres científicos son investigadores en universidades de Estados Unidos.
El físico destacó los recursos significativos que tuvo a su disposición en el momento de su trabajo hace cuatro décadas, como el espacio de laboratorio, asistentes de posgrado y equipo.
Y calificó los esfuerzos del presidente Donald Trump por reformar la política científica y de salud del país como un “problema inmensamente grave”, incluyendo los despidos masivos de científicos gubernamentales y recortes a los presupuestos de investigación.
“Esto paralizará gran parte de la investigación científica en Estados Unidos”, dijo a la AFP, y agregó que conoce a personas que han sufrido recortes de financiación enormes.
“Será desastroso si esto continúa (...). Suponiendo que la administración actual termine, puede llevar una década volver a donde estábamos, digamos, hace medio año”, agregó.
También se refirió a esta situación como un “gran problema” que está más allá “de cualquier compresión”.
Clarke destacó el martes que es “vital” seguir financiando trabajos que puedan parecer “ciencia básica”, pero que resultan en “aplicaciones cruciales” más adelante.
“Michel, John y yo no teníamos forma de comprender la importancia” que tendría el trabajo, dijo. “Es muy importante hacer esta ciencia básica porque no sabes cuál va a ser el resultado”, concluyó.
Los transistores de los microchips informáticos son un ejemplo de la tecnología cuántica consolidada. El Premio Nobel de Física de este año ha brindado oportunidades para desarrollar la próxima generación de tecnología cuántica, incluyendo la criptografía cuántica, las computadoras cuánticas y los sensores cuánticos.
Con información de AFP y Europa Press*