Hay nuevos desarrollos en la investigación judicial que se sigue por el atentado a Cristina Kirchner. “La jueza María Eugenia Capuchetti procesó esta tarde con prisión preventiva a Fernando Sabag Montiel y a su novia Brenda Uliarte por el ataque a Cristina Kirchner, y los embargó por 100 millones de pesos. La magistrada los consideró coautores de intento de homicidio calificado agravado por el uso de armas, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas”, reportó el periódico argentino La Nación.

Este miércoles 14 de septiembre, la misma jueza ordenó la detención de Nicolás Gabriel Carrizo, quien se identifica como “líder” de un grupo de vendedores de algodón de azúcar conocido como Los Copitos, cuando este acudió a los tribunales a retirar el celular que le habían retenido, informaron fuentes judiciales a la prensa.

Los medios también publican una serie de mensajes entre Brenda Uliarte y Fernando Sabag Montiel, quien fue el gatillero del disparo fallido el primero de septiembre contra la vicepresidenta; ambos fueron imputados por intento de homicidio; también se dieron a conocer mensajes de la otra detenida: Agustina Díaz.

“Libertadora de Argentina”

“Mandé un tipo para que la mate a Cristi”, le dice Uliarte a su amiga Díaz la noche del 27 de agosto, de acuerdo con el diario Clarín, que cita a los investigadores.

La conversación aludía a un primer intento de atentar contra Fernández de Kirchner, cinco días antes del atentado fallido, según se detectó en las conversaciones entre Uliarte y Sabag Montiel.

En una conversación dos meses antes del fallido atentado que divulga el diario La Nación, Uliarte le dice a Díaz: “Yo estoy organizando para ir a hacer bardo a la Casa Rosada con bombas motolov y todo”.

“Voy con el fierro y le pego un tiro a Cristina”, agrega, insistiendo: “Me dan los ovarios para hacerlo”.

“No es joda boluda. Estoy armando un grupo para ir con antorchas, bombas, fierro, todo. Voy a ser la libertadora de Argentina. Estuve practicando tiro, sé usar un fierro”, insiste.

Agustina Díaz fue detenida el martes y es con quien Uliarte se comunicó telefónicamente luego del atentado, según las fuentes judiciales.

Sin bala en la recámara

Fernando Sabag Montiel, un chofer de vehículos públicos y que integra el grupo Los Copitos, gatilló una pistola calibre 32 a escasa distancia de la cabeza de Fernández mientras la expresidenta (2007-2011 y 2011-2015) saludaba a sus seguidores afuera de su residencia; sin embargo, el arma, que estaba cargada con cinco balas, no se disparó.

Ello debido a que el atacante no manipuló la corredera para colocar la bala en la recámara, según determinaron los peritos.

Fue reducido por militantes, que se reunían a diario en apoyo de Kirchner luego de que un fiscal pidiera 12 años de prisión en su contra y su inhabilitación política en un caso de corrupción que ella achaca a una persecución política. Entonces, llegó la Policía y lo detuvo.

Uliarte también estaba en el lugar y se retiró tras el arresto de su novio, según mostraron cámaras de vigilancia. Fue arrestada tres días más tarde.

La investigación del teléfono móvil de Carrizo determinó que estaba enterado del ataque y de los movimientos del grupo, según fuentes judiciales.

Asimismo, él había aparecido en una entrevista por televisión junto con Uliarte, a quien los investigadores consideran la instigadora del intento de magnicidio.

La justicia comprobó que los detenidos mantenían vínculos. Sabag Montiel usa tatuajes neonazis y Uliarte participó en manifestaciones antiperonistas y antigobierno con guillotinas, antorchas y bolsas mortuorias.

La vicepresidenta argentina Cristina Kirchner evocó este jueves 15 de septiembre la solidaridad de su compatriota, el papa Francisco.

“El papa Francisco me llamó bien tempranito al otro día. El viernes (2 de septiembre) tempranito me llamó, estuvimos hablando por teléfono y me dijo algo así como que los actos de odio y de violencia siempre son precedidos por palabras y por verbos de odio”, refirió Kirchner ante representantes de la Iglesia católica que trabajan en los barrios pobres, en lo que constituyó su primera aparición pública desde el fallido ataque.

“Yo siento que estoy viva por Dios y por la Virgen, realmente. Así que me pareció que si tenía que agradecer a Dios y la Virgen, tenía que hacerlo rodeada de curas de los pobres, de curas villeros y de hermanas laicas y religiosas”, dijo la vicepresidenta con la voz quebrada, para después añadir “no quiero hablar de ese día”.

La también titular del Senado, de 69 años, difundió a través de su cuenta Twitter la reunión realizada en la sede del Congreso.

*Con información de la AFP.