En Italia, un hombre fue condenado a un año y cinco meses de restricción de la libertad por someter a esposa a estrictas y restrictivas normas de ahorro doméstico, que incluían un severo racionamiento de agua o papel higiénico. Los hechos sucedieron en la ciudad de Bolonia.

Varios portales y medios de noticias italianos han comentado el caso y el portal de expertos en temas jurídicos Cassazione.net, ha confirmado la pena de un año y cinco meses de prisión, por el delito de maltrato, para este hombre que estaba “obsesionado con el ahorro”.

¿Cómo era su obsesión con el ahorro?

De acuerdo con el portal affaritaliani, el hombre fue condenado por el Tribunal Supremo por estar “obsesionado con ahorrar”, convirtiendo muchos de sus hábitos en maltrato a familiares.

De acuerdo con la demandante, se vio obligada durante su convicencia con su esposo, a utilizar solamente dos cuadros de papel higiénico cuando entraba al baño. | Foto: ©2006 Ben Ryerson

De acuerdo con el dictamen de los jueves, el hombre habría sometido a su esposa a un clima de opresión en su hogar, que estaba dictado por la avaricia y no estaba justificado, dado que la familia no estaba pasando por carencias económicas y ambos cónyuges tenían un salario .

La víctima denunció que su esposo solo le permitía comprar productos en oferta y le limitaba el uso del agua, con una sola ducha a la semana. El agua que la esposa utilizaba para lavarse la cara o ducharse, debía ser debidamente reciclada.

El hombre era el que decidía dónde y cuándo podía su esposa ir de compras, obligándola a elegir solamente tiendas de bajo costo, se lee en los motivos que comparte el diario italiano Il Messaggero.

Las compras en sitios de bajo costo no eran solamente para los elementos de aseo o del hogar, también para la ropa.

De acuerdo con la denuncia, las limitaciones también se referían a la “vida doméstica y el más íntimo y personal cuidado de su persona”. De acuerdo con la demandante, se vio obligada, durante su convivencia con su esposo, a emplear solamente dos cuadros de papel higiénico cuando entraba al baño.

Además, el esposo restringía el empleo de los cubiertos, de tal manera que la mujer solamente podía usar un cubierto y un plato por comida. Dado que la mujer con frecuencia no seguí las estrictas reglas de ahorro, el hombre había comenzado a llamarla “despilfarradora “.

Ansia y frustración

De acuerdo con el dictamen de los jueces, el condenado sometió a su esposa a “un estado de ansia y frustración”, por el estricto régimen que impuso.

Este estilo de vida, para los jueces del Supremo, se convirtió en una auténtica coacción alimentada con métodos de control y agresiones. | Foto: derechos de autor no

De acuerdo con la información sobre la sentencia que recoge Il Messaggero, cuando se impone al cónyuge o a otros miembros de la familia la obsesión con el ahorro, se está cometiendo un delito. Esto teniendo en cuenta que, si bien una persona puede elegir este tipo de comportamientos por voluntad propia, la imposición no es posible en el escenario legal, dado que es algo a lo que se debería llegar de común acuerdo.

Así lo estableció la Corte de Casación, al confirmar la condena, pues la convivencia se había vuelto imposible de soportar.

Este estilo de vida, para los jueces del Supremo, se convirtió en una auténtica coacción alimentada con métodos de control y agresiones.

En junio del año 2000, según recoge el medio Suiss info, el supremo falló en el mismo sentido. “La persistente y sistémica conducta de un cónyuge dirigida a hacer insoportable la vida de su pareja, con una humillante e injustificada vejación y exasperada avaricia, entra en la tipología del delito de maltratos familiares”.

La víctima denunció que su esposo solo le permitía comprar productos en oferta y le limitaba el uso del agua, con una sola ducha a la semana. | Foto: ©garyjohnnorman

También se destaca que según el artículo 143 del Código Civil italiano “Con el matrimonio, marido y mujer adquieren los mismos derechos y deberes” siendo las obligaciones como la fidelidad, la asistencia moral y material y a la colaboración en el interés de la familia y de la convivencia, un deber recíproco.

El hombre deberá pagar una condena de un año y cinco meses de restricción de la libertad. Imagen de referencia. | Foto: AFP