Los asesinatos y otros delitos han crecido de una manera tan preocupante en el país suramericano que su presidenta, Dina Boluarte, se vio en la obligación de decretar este martes el estado de emergencia en dos distritos de Lima y siete más en la región de Piura, al norte del país.

La medida tiene como fin la intervención de la Policía Nacional y las fuerzas armadas en las calles, donde los ciudadanos transitan atemorizados a causa de la inseguridad.

Esta medida se suma a otra anunciada el día anterior, por la cual también se declaró la emergencia en otros seis distritos.

Los distritos afectados con la medida son: San Martín de Porres y Lurigancho en Lima; y Bellavista, Miguel de Checa, Salitral, Ignacio Escudero, Marcavelica, Querecotillo y Sultana, en la zona de Piura.

La presidenta Boluarte le declaró al canal 'TV Perú' que se decretó la emergencia con el fin de “poder enfrentar de manera firme y decidida esta lucha frontal contra la delincuencia y criminalidad organizada”. | Foto: AFP or licensors

Prohibidas las reuniones sociales

La medida rige por 60 días y, en virtud de ella, la Policía ejerce el control del orden interno en los distritos.

De ser necesario, este cuerpo puede solicitar el apoyo de las fuerzas armadas, de acuerdo con el decreto, publicado en El Peruano, la gaceta oficial del Gobierno.

La emergencia también involucra toda una serie de instituciones afines y que pueden coadyuvar al control de los territorios, como la Superintendencia Nacional de Migraciones y la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil, además de los gobiernos locales y dependencias de la justicia.

Con el decreto, se suspenden derechos como la inviolabilidad del domicilio, la libertad de reunión, la seguridad personal y la libertad de tránsito.

Del mismo modo, en los lugares cobijados por la emergencia no se pueden realizar reuniones sociales y espectáculos entre las 00:00 horas y las 4:00.

El hecho que suscitó esta resolución gubernamental fue el ataque que sufrió una discoteca en San Juan de Lirigancho, en Lima.

Ejército de Perú. (Foto de archivo, 18 de diciembre de 2022) | Foto: Europa Press 2022

Allí, un grupo de criminales llegó y lanzó un artefacto explosivo, cuyo estallido dejó un saldo de diez heridos, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud.

Más exactamente, los atacantes utilizaron una granada de guerra y ello fue justamente lo que motivó la decisión gubernamental de declarar la emergencia allí y en los otros distritos.

Así lo confirmó el ministro del Interior, Vicente Romero, quien dijo que, ante un detalle tan delicado, las autoridades “no pueden ser indiferentes”.

Perú pasa por una etapa difícil en materia de seguridad. | Foto: El País

Cifras alarmantes

Por su parte, la presidenta Boluarte le declaró al canal TV Perú que se decretó la emergencia con el fin de “poder enfrentar de manera firme y decidida esta lucha frontal contra la delincuencia y criminalidad organizada”.

La cartera de Interior informó que las autoridades también ejercerán controles migratorios más estrictos, lo cual abarcará igualmente a los explosivos, armamentos y municiones.

De su lado, las fuerzas armadas prestarán su ayuda a la Policía en los distritos en emergencia, pero también en los límites del país, “no solo para el control del ingreso irregular de migrantes, sino también en un control específico sobre los ilícitos que se desarrollan en la zona de frontera”, como lo señaló el ministro de Defensa, Jorge Chávez.

De acuerdo con la Fiscalía de la Nación, los delitos más denunciados en el país, en lo que va corrido del año, son hurto agravado, robo agravado, extorsión, secuestro y ciberdelincuencia.

Datos del Instituto Nacional de Estadística muestran que los delitos están retomando los números de antes de la pandemia, lo que, justamente, se explica por el retorno a la normalidad y otras consecuencias que trajo la crisis sanitaria, como el desempleo.

De acuerdo con un reciente informe de la entidad, entre septiembre de 2022 y febrero de 2023, el 23,2 % de los jóvenes mayores de 15 años fue víctima de estos crímenes.

Eso representa un alza del 0,7 % en relación con el segundo semestre del año pasado y de 3,3 % con respecto al 2021. El índice más bajo se presentó en medio de la pandemia, entre marzo y agosto de 2021, cuando el porcentaje fue de 16,8 %.