En su edición de este sábado, SEMANA revela en exclusiva documentos reservados de la inteligencia venezolana que reportan la llegada a ese país de un arsenal de guerra procedente de Irán, publicación que desde ya genera todo tipo de reacciones políticas en el país.

Los documentos dan cuenta de la adquisición, por parte del régimen de Nicolás Maduro, de 2.015 unidades de defensa antiaéreas que fueron almacenadas en los depósitos de bombas y armas aéreas en esa base militar. En total son 1.050 misiles, 400 bombas, 500 cohetes, 30 contenedores y 35 radares. Todo forma parte de la llamada Operación Escudo Bolivariano 2021.

El cargamento llegó a Venezuela el pasado 21 de junio, en un Boeing 747-200F de carga, de la aerolínea iraní Fars Air Qeshm, controlada por Mahan Air. La aeronave aterrizó en la base militar más grande del vecino país, El Libertador (Bael), ubicada en Palo Negro-Maracay.

Este hecho ha encendido las alarmas en Estados Unidos, Colombia y toda la región.

Tras conocer las revelaciones de SEMANA, el representante Jaime Felipe Lozada, del Partido Conservador, anunció que se realizará un debate en la Comisión Segunda de la Cámara en el que se citará al ministro de Defensa, Diego Molano, y a altos mandos militares con el objetivo de que informen cómo está preparado el país ante cualquier amenaza a la seguridad nacional.

“Es una amenaza latente a la seguridad nacional y regional, citaremos a un debate en la Comisión Segunda de la Cámara al ministro de Defensa y altos mandos militares para que nos expliquen qué tan preparados estamos para defender la soberanía nacional”, manifestó el congresista en un mensaje en su cuenta de Twitter.

Los documentos

“Tras revista exhaustiva a los distintos sistemas de armas desembarcadas del Boeing 747-200F de Fars Air Qeshm, perteneciente a la República Islámica de Irán, en nuestra base aérea Libertadores (Bael), los cuales son los siguientes: sistema de defensa aérea Talash, misiles antibuque AGM-84, AGM-65G, misiles aire-aire AIM-7, Sparrow AIM-9X Sidewinder, sistema de radar AESA APG-83 SABR, contenedores UPK-23-250, lanzador UB-32 con cohetes S-5, bombas ZAB 500 kg, bomba RBK 500 kg, fusiles de asalto ligeros reparados AK-103 calibre 7,62 mm, rifles Masaf calibre 51,62 mm”, dice el reporte, marcado como “secreto”.

El informe fue enviado con la etiqueta de “urgente” el pasado 16 de julio, a la 1:00 p. m., por el general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa de Venezuela, al comandante de la Defensa Aeroespacial Integral de la Nación.

El documento fue elaborado por el mayor general Gerson Enrique Labrador, director general del despacho del Ministerio de Defensa, y lleva un sello de la República Bolivariana de Venezuela. “Incluir cada uno de los distintos equipos y sistemas en las partes pertenecientes a cada comando, y llevados a los distintos pañoles de armas de nuestra gloriosa Fuerza Armada Bolivariana, quedando a la espera de instrucciones de las distintas prácticas y maniobras de los mismos. Leales siempre, traidores nunca”, señala.

En otro documento reservado, con fecha del pasado 9 de septiembre, el comandante general de la Aviación venezolana, general Pedro Alberto Juliac Lartiguez, hace un inventario del armamento recibido y da cuenta de una inspección conjunta con personal iraní. “Dichos armamentos y sistemas fueron inspeccionados por el personal de ingeniería aeroespacial iraní y nuestros oficiales superiores encargados del área de armamento adscritos al Codai en nuestras instalaciones. Quedando a la espera de sus órdenes para maniobras de prácticas y el ensamble de dichos sistemas”. Ese informe fue enviado a Vladimir Padrino López.

Lea en SEMANA los detalles de los documentos secretos que prueban que el régimen de Venezuela acaba de adquirir un poderoso arsenal militar procedente de Irán.