Están masacrando a los miembros de Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec). Hace pocos minutos, al finalizar la tarde de este viernes, se presentó un nuevo ataque sicarial cerca a la cárcel de Palmira, en el que fue asesinado un dragoneante de apellido Becerra, y otro más, llamado Óscar Julián González, se encuentra en una unidad de cuidados intensivos y su pronóstico es reservado.

Las primeras indagaciones apuntan a que estos crímenes están siendo cometidos por la organización criminal denominada como Muerte a Guardias Opresores (Mago), que está al servicio del criminal Andrés Felipe Marín, alias Pipe Tuluá, y tiene aterrorizados a los guardias del Inpec.

Andrés Marín, Alias Pipe Tuluá, es el primer sospecho por este nuevo asesinato.

El motivo de esta nueva arremetida criminal sería que Pipe Tuluá se mantiene detenido en la estación de Policía de Los Mártires, en Bogotá, a donde fue trasladado y asilado para iniciar su proceso de extradición.

Sin embargo, una extraña tutela, radicada en el municipio de Villanueva, La Guajira, pero presentada por un auxiliar administrativo de la Universidad del Valle, ordenó al Inpec devolver a este peligroso criminal a una lujosa celda en el pabellón de extraditables de La Picota.

El traslado aún no se ha dado y al parecer de ahí viene la arremetida de Pipe Tuluá, quien incluso ha confesado sus crímenes, pero pareciera que su vigilancia le quedó grande al sistema penitenciario colombiano y la única alternativa es su extradición.

Sobre el otro hecho criminal cometido en la madrugada en Bogotá, los investigadores recolectaron los videos de seguridad que advierten el momento exacto del ataque en contra de los funcionarios del Inpec. Allí se podrá determinar quiénes fueron los autores materiales que atacaron, con arma de fuego, a los guardianes mientras llegaban a su sitio de trabajo.

Hasta el momento no es claro quiénes serían los autores de este ataque armado en Bogotá en contra de los funcionarios del Inpec, que en otras ciudades se convirtió en rutina de acuerdo con los sindicatos de la entidad, tras advertir el asesinato de 17 guardianes en menos de dos años.

Las víctimas son tres dragoneantes identificados como Jefferson Vásquez Páez, Carlos Martínez Navarrete y Miguel Muñoz Llano, este último se confirmó como la víctima fatal del crimen en el occidente de Bogotá.