La Corte Suprema de Justicia avaló este miércoles 12 de noviembre la extradición a los Estados Unidos de Andrés Felipe Marín Silva, alias Pipe Tuluá. Es requerido por delitos relacionados con el tráfico de drogas y concierto para delinquir.
Solamente queda pendiente la firma del presidente Gustavo Petro para realizar el trámite de extradición a los Estados Unidos, donde es requerido por la Corte del Distrito Este de Texas.
En el análisis del caso, el magistrado Gerson Chaverra aseguró que el hecho de que Pipe Tuluá esté en un proceso de paz junto a su banda criminal no lo exime de una extradición.
“El hecho de que, supuestamente, Marín Silva este ‘siendo parte de una mesa de paz’, como lo plantea la defensa, no guarda relación con la garantía de no extradición prevista para los exintegrantes de las Farc-EP ni constituye una excepción adicional a la entrega”, señala la decisión.
“Se trata de decisiones con carácter administrativo, por cuya razón la Corte no queda vinculada a ellas al emitir el concepto, pues no confieren inmunidad judicial ni constituyen excepción adicional al régimen de entrega”, complementó el magistrado ponente.
En la decisión, se fijaron una serie de condiciones. Entre estas, que se le respeten todos los derechos procesales al extraditado cuando sea presentado ante las autoridades que lo requieren.
“Debe condicionar la entrega de Andrés Felipe Marín Silva a que sean respetadas todas sus garantías, en razón de su condición de nacional colombiano. En particular, que tenga acceso a un proceso público sin dilaciones injustificadas, se presuma su inocencia, cuente con un intérprete, tenga un defensor designado por él o por el Estado”, advierte el documento.
“Si el Gobierno Nacional concede la extradición, ha de garantizar al reclamado su permanencia en la nación requirente y el retorno a Colombia en condiciones de dignidad y respeto de ser sobreseído, absuelto, declarado no culpable o eventos similares; incluso, después de su liberación por haber cumplido la pena que le fuere impuesta”, añade la Corte.
¿Quién es Pipe Tuluá?
Andrés Felipe Marín Silva se convirtió en los últimos años en uno de los capos más peligrosos del país, siendo cabecilla de la banda criminal La Inmaculada, que tiene tentáculos delictivos en el Valle del Cauca.
Las autoridades le atribuyen a esta organización delitos como extorsiones, sicariato, secuestros y otra clase de hechos de alto impacto que han causado zozobra en la población civil.
Dentro de su prontuario criminal, se le atribuye la orden de 46 homicidios, de los cuales 39 habrían sido ejecutados por su estructura de crimen organizado La Inmaculada.
Tuluá enfrenta en Colombia una condena de 30 años de cárcel y su reclusión en los calabozos de la Dijín obedeció, además, a su proceso de extradición a Estados Unidos por delitos relacionados con narcotráfico.
Estando en el pabellón de extraditables de la cárcel La Picota, de Bogotá, protagonizó varios escándalos. Puesto que su celda gozaba de todo tipo de lujos y excentricidades.