Una hora y 40 minutos. Ese fue el tiempo que duró la audiencia en la cual la Fiscalía General acusó este jueves 13 de noviembre por dos delitos a Diego Marín Buitrago, conocido como Papá Pitufo.

En la diligencia judicial, el denominado zar del contrabando reapareció vía remota desde la ciudad de Porto (Portugal) junto a su abogado de confianza John Villamil Casallas para escuchar la narración de la fiscal especializada.

Mientras corría la intervención de la fiscal, que señaló al hombre de 62 años de edad de haber liderado durante años una red dedicada al contrabando que sobornó a oficiales de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), se presentó un inusual hecho.

En el registro se evidenció cómo se prendió el micrófono en el lugar donde estaban el acusado y su abogado. “No hay prueba de que yo entregué esa plata (…) Eso es pura carreta”.

Frente a esta situación, el juez quinto especializado de Bogotá tuvo que hacerles un fuerte llamado de atención: “Señor defensor, le exijo respeto por la intervención de la Fiscalía. Manifestaciones de esa índole dejan mucho que desear de su comportamiento ético y profesional”.

La Fiscalía General acusó a Marín Buitrago por concierto para delinquir y cohecho (entrega de sobornos).

En la presentación del escrito se señaló que él ordenó el pago de estos sobornos con el fin que los policías “dejaran pasar sin ningún problema” los cargamentos de contrabando en los puertos de Buenaventura y Cartagena.

Así fue la entrega de los sobornos

En la acusación se señaló que durante varios años el conocido zar del contrabando entregó cerca de 1.019 millones de pesos para sobornar a oficiales y agentes de la Dian con el fin que no le pusieran problema a los cargamentos marcados.

“La fiscalía advierte y puede afirmar con probabilidad de verdad que Diego Marín Buitrago promovió y financió un acuerdo pacto ilícito entre varias personas con el propósito de coaccionar a oficiales activos de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) y de la Dian para ofrecerle integrar sea esa red delincuencial dedicada al contrabando de mercancías en las principales zonas portuarias del país a cambio de beneficios económicos ilícitos”, aseveró.

Para esto, se encargó de contactar personalmente a policías a quienes les ofrecía millonarias dádivas “a cambio de lograr su adhesión a la red criminal y que sus servidores públicos realizaran la datos contrarios a sus funciones, como emitir controles aduaneros y favorecer el contrabando de la organización” (sic).

“Lo anterior para indicar que Diego Marín Buitrago directamente participó como coautor del evento en que ofreció dádivas a servidores públicos, dos eventos en los que se dio dinero y un evento en el que dio un celular marca iPhone a un servidor público”, añadió.

Marín Buitrago fue catalogado como “el líder o brazo financiador” de la estructura criminal que tuvo control total en los puertos.

“Se verifica la existencia de esa organización jerarquizada donde cada miembro tenía sus roles definidos, el de Diego Marín Buitrago como líder o brazo financiero a nivel nacional, era quien definía y autorizaba la forma de operar dentro de esta red criminal, así como la persona que directamente o a través de terceros entre pegaba dinero o bienes con el propósito de coaptar a los servidores públicos para la comisión de delitos de contrabando y limitación del contrabando”(sic), enfatizó la fiscal.

Pese a su actividad ilícita, Marín Buitrago se reunía en establecimientos públicos reconocidos con los oficiales de la Policía y de manera directa les ofrecía los sobornos o “regalos”, como los llamaban en lenguaje cifrado.

“La expectativa de realización de esas operaciones de contrabando o el ingreso ilegal de mercancía en el país, como también los pagos y dádivas entregadas, permite inferir que se afectaron múltiples bienes jurídicamente tutelados como el orden económico social, la seguridad pública y la administración pública”, cuestionó la fiscal.

“La fiscalía indica que Diego Marín Buitrago actuó con dolo porque para el momento de los hechos tenía la capacidad de comprender la ilicitud de su conducta, sabía que un pacto de esa naturaleza constituía un delito y determinarse de acuerdo con esa comprensión decidió voluntariamente promover y financiar la red delincuencial para ingresar mercancía irregularmente por el puerto de Cartagena (…) donde justamente habían coaptado funcionarios de la Polfa y por ello conocía la magnitud de la criminalidad establecida en esos territorios queriendo el resultado que se produjo en la materialización de pago de dádivas y coimas a servidores públicos para que se omitieran controles o ejercieran funciones contrarias a sus deberes oficiales”, concluyó la acusación.

Marín Buitrago tiene pendiente un trámite de extradición a Colombia para que responda por estos hechos de corrupción.