Maria Mercedes Perry, la mujer que se encargó de liquidar la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) para darle paso a la Sociedad de Activos Especiales (SAE) está tranquila y en paz.

Durante dos años y 10 meses de gestión, dice, se dedicó a reconstruir todo el inventario de bienes que tenía la DNE, pues cuando llegó, en octubre de 2011, no encontró absolutamente nada, porque el sistema de información llamado Faro, que utilizaba la entidad, estaba completamente averiado.

“No se encontraba en funcionamiento por haber sido manipulado en cuanto al número de bienes administrados, es decir, del inventario y no contaba con un módulo que permitiera realizar un seguimiento de la administración que se ejerció sobre los bienes”, asegura Perry.

“Era tal el caos”, dice, que no había información sobre el estado jurídico.

“No sabíamos si estaba incautado o en extinción de dominio, si se encontraba ocupado o arrendado, ni el canon de arrendamiento, ni los gastos de administración, ni las fechas de la diligencia de secuestro, ni qué autoridad lo había puesto a disposición”, sostiene la liquidadora.

Lo primero que hizo, asegura, fue crear un grupo de trabajo articulado con la Fiscalía General de la Nación que rápidamente se capacitó en diligencias de secuestro.

“Y paralelamente se creó un aplicativo informático denominado, Matrix, que fue un nuevo sistema de información que, además de contar con todas las garantías de seguridad e inviolabilidad informática, se ajustó a las necesidades de administración de esta naturaleza de bienes, incautados y con extinción de dominio, por cada una de las tipologías desde el punto de vista administrativo, financiero y jurídico”, sostiene Maria Mercedes Perry.

Ese aplicativo, señala Perry, les permitió llevar la trazabilidad exacta del bien desde el momento en que la Fiscalía lo entregó a la DNE hasta su devolución, venta o disposición por parte del estado.

“El aplicativo Matrix con toda la información que recogimos durante mi gestión fue entregado a la SAE con el fin de que dicha entidad continuará el registro de los bienes que le fueran puestos a su disposición, entrega que a su vez estuvo precedida de la realización de visitas físicas a un total de 10.007 bienes inmuebles, de un total de 19.819 predios entre urbanos (14.236) y rurales (5.583) que corresponden a las visitas que se alcanzaron a realizar dado el tiempo que se tuvo para adelantar el proceso de liquidación de la DNE y el personal disponible para dichas diligencias”.

Pero hubo más, dice, durante el tiempo que tomó la liquidación de la entidad se adelantó una importante labor de identificación catastral, principalmente, de predios rurales.

Maria Mercedes Perry además, afirmó que “es muy fácil, establecer el número de bienes que ha recibido la SAE, a partir de la fecha en que asume las funciones de la DNE, pues todos los que fueron entregados se encuentran registrados en el aplicativo Matrix.

“El número total de bienes por tipología consta en el informe que da cuenta de mi gestión, el cual incluye actas debidamente firmadas por los responsables de la entrega (DNE) como por los responsables de su recepción (SAE). Los bienes existen. Yo entregué todo”, puntualizó Perry.

La versión de Maria Mercedes Perry se contrastó con la que entrego a SEMANA, María Virginia Torres, quien estuvo al frente de la SAE, entre octubre de 2014 y julio de 2020, quien aseguró que, cuando se intervino la DNE, tenían un sistema llamado Faro y durante la liquidación se migró.

Según la exfuncionaria, no se encontraron las actas de migración del sistema, ni se recibió una copia de Faro, “Incluso llegaron anónimos que decían que en esa migración se eliminaron activos, pero no teníamos forma de contrastar o verificar esa información. Todo era un caos”, dijo Torres.