Lo que en otro momento hubiese sido una investigación de oficio de la Fiscalía, requirió de una denuncia para arrancar: el escándalo por la inclusión del presidente Gustavo Petro, su esposa, Verónica Alcocer; su hijo, el enjuiciado Nicolás Petro, y el ministro del Interior, Armando Benedetti, en la llamada lista Clinton.

El profesor y experto anticrimen financiero, Juan Carlos Portilla, radicó una denuncia en la Fiscalía para que se investigue el capítulo que enreda a Verónica Alcocer, quien hasta ese momento posaba de primera dama de Colombia, pero fue el propio presidente Gustavo Petro quien se encargó de ponerla en evidencia, tras advertir “que hace años estaban separados”.

El doctor Portilla le hizo una radiografía a la Fiscalía para señalar por qué la primera dama estaría engañando al país y recibiendo los beneficios de estar en la familia presidencial, sin ser parte de esta. Contratos, eventos, acompañamientos, masajistas, fotógrafos y un listado de consideraciones que están pagando los colombianos.

“Según informaciones difundidas en medios y materiales audiovisuales, se denuncia que la señora Verónica del Socorro Alcocer García habría autorizado y recibido pagos por servicios vinculados al ‘cuidado de imagen’ y asesorías, por montos que superan mil millones de pesos, utilizando recursos públicos o fondos previamente asignados para otros fines”, señala la denuncia.

Ahora se revela desde Suecia un nuevo capítulo en la novela de lujo de Verónica Alcocer. Medios suecos alertaron la vida que se estaría dando la primera dama en ese país con el que, curiosamente, Colombia firmó una multimillonaria negociación para comprar los aviones de combate que tanto criticó el hoy presidente cuando era senador.

Esa supuesta vida de lujo de la primera dama se incluyó en una denuncia que radicó Portilla y en la que le pide a la Fiscalía avanzar en la investigación y conocer en detalle la forma en que Verónica Alcocer estaría recibiendo millonarios recursos para sus actividades en el exterior; de igual forma, saber cómo está pagando los lujos, partiendo del hecho que se encuentra en la lista Clinton.

“Se alega la intervención de terceros proveedores, prestadores y posibles sociedades interpuestas que habrían emitido facturas y contratos para justificar los desembolsos, así como la participación de personas relacionadas con la red de confianza de la denunciada en la gestión y ejecución de dichos contratos”, advierte el profesor Portilla en su denuncia.

La Fiscalía abrió una investigación luego de la denuncia en contra de la primera dama por los delitos de lavado de activos. El denunciante insistió en la necesidad de avanzar con todas las indagaciones preliminares con el propósito de establecer si todos los contratos, los beneficios y las prebendas que ha recibido en los últimos años se hicieron a costa de los impuestos de los colombianos.

Se espera que la Fiscalía adelante todas las actuaciones que pide el denunciante, aunque en su criterio son muy pocos los avances que se anticipan, pues la mayoría de las investigaciones que cursan, vinculan o relacionan a la Presidencia de la República, no tienen el mismo interés en el ente acusador.