Gustavo Sastoque trabajaba en el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI), cuando el 8 de marzo de 1995 fue vinculado al asesinato de Hernando Pizarro Leongómez, hermano del candidato presidencial Carlos Pizarro. Desde ese momento, lo sometieron a una investigación que años después se convirtió en una contundente condena: 45 años de cárcel.
A lo largo de todo el proceso, y con su defensa, trató de demostrar su inocencia. Sin embargo, el Tribunal confirmó la sentencia y más tarde la Corte Suprema de Justicia negó el recurso de casación que interpusieron con el propósito de advertir que no tenían nada que ver con el crimen.
Fue hasta que Sastoque y sus abogados llegaron al Sistema Interamericano de Derechos Humanos para advertir que los elementos de prueba recaudados por la Fiscalía eran falacias, argumentadas en hechos ficticios y testigos mentirosos en un plan criminal para involucrarlo en el asesinato.
Los gritos de justicia fueron escuchados y la Corte Suprema de Justicia decidió desempolvar el proceso para analizar lo que Sastoque y su defensa trataron, por más de una década, de explicar. La conclusión de los magistrados, una vez revisaron la sentencia, fue darle la razón al exagente del CTI y advertir que efectivamente fue condenado de manera injusta.
Gustavo Sastoque estuvo más de diez años privado de la libertad y la Corte Suprema de Justicia, al absolverlo de los cargos y tratar de reparar su buen nombre, ordenó al Estado varios actos de reparación que incluyó a la Fiscalía. Este lunes, en un evento, la propia fiscal Luz Adriana Camargo pidió perdón por lo que consideró errores del sistema.
“Como fiscal general de la Nación reconozco la responsabilidad del Estado colombiano por la violación de los derechos a la libertad a las garantías judiciales y a la protección judicial, consagrados y el incumplimiento de los deberes de respetar y garantizar los derechos, de adoptar disposiciones de derecho interno consagrados”, señaló la fiscal Luz Adriana Camargo.
La jefe del ente acusador aseguró que todos los operadores de justicia son responsables de asumir las actuaciones que le corresponden, principalmente cuando predomina el afán que exige la sociedad de encontrar resultados y, particularmente, de ofrecer titulares de prensa, de ahí los errores que se convierten en violaciones a los derechos fundamentales y —posteriormente— millonarias demandas.
“Por el daño que le causamos y reconocemos plenamente nuestra responsabilidad, reiteramos con toda claridad que usted siempre fue inocente. Sabemos que las palabras que aquí se digan resultan insuficientes para sanar las heridas, compensar el dolor y superar los daños causados. El daño está hecho, sin embargo, esperamos que esta convocatoria pueda aportar como medida de reparación simbólica y allanar el camino a reconciliación”, manifestó la fiscal Camargo.
El acto de perdón público se adelantó en el búnker de la Fiscalía con la presencia de las directivas de la entidad, además de Gustavo Sastoque y sus excompañeros, los que infortunadamente presenciaron la injusticia en su contra, pero declararon a su favor y que siempre creyeron en su inocencia.