La pérdida de la vida de un bombero en Barranquilla, en medio de la emergencia por el gigantesco incendio presentado este miércoles en esa ciudad, que podría extenderse hasta por cuatro días, tienen consternados a los barranquilleros y al país en general.

La conflagración, que inició desde muy tempranas horas de la madrugada de este miércoles, 21 de diciembre, según los datos de las autoridades más exactamente cerca de las 4:30 de la mañana, ha dejado grandes afectaciones en una empresa de hidrocarburos, que almacenaba gasolina de Bravo Petroleum en enormes tanques ubicados en el puerto de Compass sobre la conocida vía 40.

El lamentable fallecimiento del sargento, a quien identificaron las autoridades como Javier Henríquez Solano Ruiz, miembro del Cuerpo de Bomberos se dio cuando estos mismos se encontraban en el lugar y uno de los tanques explotó, causándole afectaciones y un golpe mortal en la cabeza.

Los demás miembros del Cuerpo de Bomberos, al enterarse de la noticia, en medio de la difícil situación y aún realizando su trabajo de controlar las llamas, se miraron a la cara con los ojos cargados de lágrimas y un evidente dolor en el corazón, se abrazaron los unos a los otros, como símbolo de unión y respeto, y lamentaron la partida repentina de su compañero y amigo en el cumplimiento de su deber.

Las imágenes fueron conocidas por SEMANA y dejan ver la reacción de muchos de ellos al saber del fallecimiento del sargento Javier, luego de haber sido trasladado a una clínica cerca de la zona de los hechos.

En diálogo con SEMANA, su hija mayor, Shirley Paola Solano Mercado, lo describió como un hombre responsable y amante de su trabajo, que estuvo al servicio más de 27 años dentro de la institución.

“Toda mi vida vi a mi padre ser bombero, yo tengo 25 años y desde antes de yo nacer, ya él era bombero. Se quejaba de los esfuerzos, pero siempre iba aunque estuviera enfermo, siempre primero fue su trabajo”, dijo la joven.

Para Shirley Paola solo hay palabras de agradecimiento para su padre como hija y como ciudadana, dijo que la labor de los bomberos es un trabajo de admirar y “de valientes” que debería valorarse más.

“Es una labor riesgosa y yo, como ciudadana, se los agradezco. Hay que tener mucho más cuidado, uno nunca sabe las circunstancias de la vida, mira a mi papá, él era un hombre muy precavido, pero uno no sabe, mira las circunstancias de la vida. A él la explosión lo afectó y lo hizo perder la vida”, anotó la hija de Javier.

Javier, de 53 años, era el segundo de tres hermanos, dos hijos de padre y madre, y una hija más por parte de mamá.

Su cuerpo será entregado en la tarde de este miércoles –21 de diciembre– por Medicina Legal a la funeraria, donde se realizaron los respectivos preparativos para su velación el jueves en la sede principal de la funeraria Los Olivos, y el sepelio será el día viernes 23.

SEMANA conoció que el día jueves, en la estación de la Central 11 de Noviembre, el cuerpo del bombero recibirá honores y será homenajeado con una celebración religiosa en memoria a su entrega y dedicación a la institución, pero sobre todo por el ofrecimiento de su vida al servicio de los demás.