Un reprochable caso de violencia e intolerancia se registró al interior del Palacio de Justicia de Bucaramanga (Santander), donde este jueves se adelantaba una audiencia de interrogatorio en el marco de un proceso de responsabilidad civil. El hecho involucró al exalcalde de Bucaramanga, Luis Fernando Cote Peña, y al abogado Pedro Rugeles.

La diligencia judicial inició con normalidad, pero a medida que las partes intervenían la situación se fue tornando tensa hasta llegar a las agresiones verbales y físicas. La peor parte la llevó Rugeles, según se observa en una grabación que se viralizó en redes sociales.

La juez intentó evitar la agresión. | Foto: Captura de video redes sociales.

De acuerdo con las imágenes, el altercado habría iniciado porque el abogado Pedro Rugeles solicitó que el hijo de Cote Peña, abogado suplente, no saliera de sala para evitar que hablara con los testigos que se encontraban allí. Este hecho, al parecer, habría desatado la ira del exalcalde de la capital santandereana.

“Es un indelicado e irrespetuoso censurador e informador de circunstancias que no corresponden en nada a la realidad”, se escucha decir a Luis Fernando Cote tras la solicitud del abogado Pedro Rugeles.

Enseguida, Rugeles respondió: “entiendo que usted se incomode porque es su hijo y lo siento, digamos, de una manera emocional, le recuerdo (…) Usted me acusó de extorsionista, mentiroso, delincuente, falsificador, me puso una queja en el Consejo de la Judicatura y a mí no ha sido al que han expulsado de las universidades por plagio como usted”.

Ante esta situación, la jueza intervino con el propósito de calmar los ánimos; sin embargo, pese a su mediación, no fue posible evitar la agresión que se presentó segundos después. “Voy a tratar de mediar en la situación que se está presentando en este momento”, dijo la jueza mientras al fondo se escucha el golpe y la agresión verbal.

Intervención del exalcalde Luis Fernando Cote. | Foto: Captura de video redes sociales.

El exalcalde Cote Peña se levantó de su silla, se acercó a Rugeles y le propinó un puño que, su a vez, le lastimó un ojo. En ese momento, la jueza solicitó la presencia de los uniformados de la Policía, quienes le impusieron un comparendo al agresor.

Entretanto, el abogado Pedro Rugeles se dirigió a un centro oftalmológico para realizarse exámenes médicos y posteriormente interpuso las acciones legales correspondientes contra el exalcalde.

Tras la agresión, la jueza dejó registro de lo que pasó en la sala. “Hizo una manifestación que ofendió a la parte del apoderado de la parte demandada, por lo manifiesta que eso lo ofendió. Él se paró, el doctor Cote Peña, y se dirigió hasta el puesto del apoderado de la parte y le pegó en el rostro. Le pegó un puño en la cara, lo vi. Eso es lo que sucedió y quiero que quede registrado en la minuta”, contó la jueza.

¿Se repite la historia?

Este hecho recordó a los bumangueses el momento cuando el también exacalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, agredió verbal y físicamente al exconcejal del partido ASI, John Claro. El caso se registró en 2018.

Durante la reunión que mantenían en la sede de la Alcaldía y que era filmada por un par de cámaras, los ánimos se calentaron. “Así como usted dice, ¿usted me ha visto?”, afirma Claro mientras sube el tono de su voz paralelamente a una solicitud que exclama el alcalde: “bueno, pero déjeme contestar porque es un monólogo”.

El hecho ocurrió en 2018. | Foto: Captura de video.

En la conversación, el concejal sacó a relucir temas como supuestas equivocaciones que cometió Olga Chacón, actual secretaria de Hacienda de Bucaramanga y el pasado del alcalde como socio de Fredy Anaya (un controvertido político y empresario de la región). A ese punto, en el cual la conversación ya contaba con un profundo ambiente de tensión, Claro le agregó lo siguiente: “no fue su hijo miembro de la junta directiva de…”.

En ese instante la ira de Hernández estalló. Supremamente alterado, sin dejar que terminara la frase, empezó a gritarle a Claro: “¡Miente, hijueputa! ¡Eso no es así! ¡Qué dijo, qué dijo!”, seguido por un manotazo sobre la nuca del concejal.